La irregularidad del Real Madrid comienza a crear muchas dudas: "A mí me deja frío, y escuchar a Xabi más"

En sus dos últimos compromisos, el Real Madrid ha dejado un reguero de dudas. Primero cayó en Champions ante el Liverpool por la mínima (1-0) y, pocos días después, fue incapaz de superar al Rayo Vallecano en un gris 0-0 liguero. Para muchos, estos tropiezos tienen un mismo punto de origen: la ausencia de Mbappé en los momentos determinantes y la excesiva dependencia que el conjunto blanco ha generado alrededor del francés. Para otros, el problema es más profundo y tiene que ver con un estilo de juego desdibujado y una alarmante falta de ideas.

"Hay tiempo para corregir el rumbo"

Con este clima enrarecido, el Madrid afronta este domingo 23 de noviembre su visita al Martínez Valero para medirse al Elche a las nueve de la noche. Anoche, en Carrusel Deportivo con Yago de Vega, Javier Herráez expuso su visión sobre el momento actual del equipo: "Son 26 los goles del Real Madrid esta temporada en Primera División, y 13 llevan la firma de Mbappé. A mí el equipo me deja frío, y escuchar a Xabi Alonso, todavía más. Los partidos no se ganan en la sala de prensa -eso lo hacía Mourinho- y Xabi nunca ha ido por ahí. Cuando llegó al Mundial de Clubes tenía un sello claro, una ilusión… yo le he preguntado y parecía otro equipo. Ahora se ha desdibujado. En los dos últimos partidos no hemos visto portería y he percibido a un Madrid temeroso. Hay tiempo para corregir el rumbo, pero no me gusta cómo está jugando últimamente".

A esa sensación de fragilidad se suma la enfermería: ni Tchouameni ni Rüdiger llegarán a tiempo para el duelo ante el Elche -algo ya previsto-, y Mastantuono tampoco estará disponible.

Xabi Alonso tiene mucho trabajo por delante. De momento, en rueda de prensa no ha conseguido conectar ni con la afición ni con los periodistas, debido a su falta de profundidad a la hora de explicar por qué el Real Madrid no termina de carburar, sabiendo que tiene una de las mejores plantillas del mundo. También es cierto que la percepción sobre él cambiará en cuanto encadene varios resultados positivos seguidos. Ahora mismo, el timón del barco lo lleva él: es su decisión llegar a buen puerto o naufragar con toda la tripulación.