Las mayores empresas del mundo asumen que los aranceles de Trump están dañando sus negocios menos de lo esperado

La prensa económica norteamericana publica este lunes un análisis sobre el cambio de discurso de las grandes empresas, especialmente de Estados Unidos, sobre los aranceles. El Wall Street Journal compara lo que decían sobre estas tasas las grandes compañías y, en 5.000 presentaciones de resultados de este año que han sido analizadas, las empresas han pasado de criticar los aranceles a asumir que no han sido para tanto.

En el discurso de las compañías cada vez hay menos pesimismo e incluso el tema ha pasado a un segundo o tercer plano. Uno de los mejores ejemplos de este cambio es lo que decía y lo que dice Ford. Su CEO, Jim Farley, decía a finales de marzo que los aranceles serían un obstáculo para los costes de la empresa y llegó a cuantificar en 2.000 millones su coste. Medio año después, ahora dice que tiene que dar las gracias a Trump por bajar los aranceles y ha asumido que esos 2.000 millones más de costes serán solo 1 millón más.

Es uno de los casos más llamativos, pero no el único porque, apunta el Wall Street Journal, este giro sobre el impacto de los aranceles es lo común entre las empresas analizadas.

Lo que concluye el WSJ es que lo peor de las subidas de aranceles ya ha pasado y, por tanto, ya no preocupa tanto porque las empresas prefieren mirar hacia el futuro y no hacia el pasado. Y a que al final la subida de aranceles, pese a ser muy notable, ha sido menor de lo que se anunció.

Las empresas de Estados Unidos han pasado de pagar, según Oxford Economics, un 2% en aranceles en enero a pagar en octubre -de media- un 12%, que es mucho, pero que no es el 25% que temían en marzo.

Además, crece la sensación que a medida que se acerca las elecciones de medio mandato -que serán dentro de un año- Trump puede bajar algunos aranceles para aliviar el bolsillo de los votantes.