El Supremo avala ahora el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal de Memoria Democrática

Madrid

La sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo ha avalado a la segunda el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal de Memoria Democrática y Derechos Humanos. El alto tribunal tumbó la primera designación al considerar que el Consejo Fiscal no había examinado si Delgado incurría en alguna incompatibilidad porque su pareja, Baltasar Garzón, dirigía una asociación dedicada "a difundir, defender e impulsar los Derechos Humanos".

El recurso de la Asociación de Fiscales sostenía que los fiscales no pueden ejercer en "una población en la que su cónyuge o persona a quien se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad ejerza una actividad industrial o mercantil que obstaculice el imparcial desempeño de su función, a juicio del Consejo Fiscal".

El Supremo responde que Garzón ya no ostenta ningún cargo en la citada fundación, indicando que su renuncia consta en escritura pública y había sido aceptada por el patronato de la FIBGAR.

Desviación de poder

Dolores Delgado ha sido el principal caballo de batalla de la derecha judicial contra la gestión de Álvaro García Ortiz como Fiscal General del Estado. García Ortiz la aupó antes a Fiscal de Sala de lo Militar en el Tribunal Supremo, pero la sala de lo contencioso-administrativo también anuló esta decisión y acusó a García Ortiz de "desviación de poder". Esta sentencia sirvió de munición a los vocales del Poder Judicial elegidos por el PP para rechazar la idoneidad de Álvaro García Ortiz como Fiscal General del Estado.