La leche de foca gris tiene azúcares desconocidos por la ciencia: "Podremos crear con ellos leche infantil que mejore el sistema inmunitario"

Madrid

"Existe un potencial biomédico oculto en la leche de especies salvajes poco estudiadas. Nuestro grupo de investigación es el único en el mundo que analiza los azúcares de la leche de otros mamíferos que no son el ser humano. Ya hemos analizado a diez diferentes, y cada vez que lo hacemos encontramos moléculas de azúcar únicas. Seguiremos, porque tenemos leche de otros 20 mamíferos en el congelador", dice, en declaraciones a la SER el científico alemán Daniel Bojar, experto en glicología, el estudio de la estructura y función biológica de los azúcares. En el futuro, su descubrimiento podrá usarse para mejorar las leches de fórmula infantil, pero también para estimular las células inmunitarias de adultos enfermos.

Su equipo, en la Universidad de Gotemburgo, ha pasado varios años recogiendo leche de focas grises salvajes frente a la costa de Escocia durante su periodo de lactancia. Mediante espectrometría de masas y un modelo de IA, los investigadores han hecho un descubrimiento sorprendente.

En su interior, la leche de esta singular foca tiene un cóctel biológico excepcional: "Un conjunto sorprendentemente diverso y potente de moléculas de azúcar que supera ampliamente la complejidad conocida de la leche materna humana", con un 33 % más de azúcares que tiene la nuestra".

Azúcares nuevos

"Nuestro análisis muestra que la leche de foca gris es extraordinaria. Identificamos 332 moléculas diferentes de azúcar, en comparación con las 250 que tiene la leche materna", dice Bojar. Y, además, dos de cada tres -166 en total- de las que analizaron eran completamente desconocidos por la ciencia hasta ahora, "nunca habían sido documentadas", dice Bojar.

Para terminar de rizar el rizo, dos cosas más: La primera es que "varios de estos azúcares recién descubiertos poseen propiedades antimicrobianas e inmunomoduladoras, con posibles aplicaciones en las ciencias biomédicas".

La segunda es que algunas de estas moléculas tienen "un tamaño inédito", mucho más grandes que las mayores que se detectan en la leche materna, casi el doble de grandes.

El hallazgo, publicado en la revista Nature, abre la puerta a nuevas fórmulas de leche infantil pero también a nuevas terapias para el fortalecimiento del sistema inmunitario.

¿Por qué ocurre?

Durante los apenas 17 días que dura la lactancia de las crías de foca gris, estos mamíferos marinos desarrollan rápidamente su sistema digestivo e inmunitario para sobrevivir en el hostil Atlántico Norte. Algunos mamíferos marinos salvajes, que están expuestos a ambientes extremos y a altos riesgos externos, han desarrollado una leche más compleja que la nuestra para proteger a sus crías con un rápido crecimiento. Esa exigencia evolutiva parece estar en la base de este salto evolutivo respecto a nosotros.

Los oligosacáridos, presentes en la leche de todos los mamíferos, cumplen funciones clave: proteger contra patógenos, nutrir la microbiota beneficiosa y favorecer el desarrollo del aparato digestivo. Sin embargo, la enorme variedad encontrada en las focas grises sugiere que los suyos tienen capacidades adicionales por ejemplo, una actividad antibacteriana especialmente potente,

Aplicaciones futuras

Los hallazgos de Bojar servirán en el campo de la nutrición y la salud humanas. Las moléculas descubiertas podrían incorporarse en leches de formula infantiles para reforzar el sistema inmunitario de los bebés o, incluso, administrarse a adultos para mejorar su salud gastrointestinal. Dice Bojar que " estas moléculas tienen potentes efectos sobre las células inmunitarias por lo que podríamos producirlas químicamente y añadirlas a la leche que consumimos para mejorar nuestra salud o a la leche de fórmula infantil.