Luis de la Fuente se disculpa por no saludar al asistente del España-Turquía: "Tuve un gesto que no me hace sentirme orgulloso"
"Le quise demostrar mi desagrado y me arrepiento", admite el seleccionador español, asumiendo que sus formas no fueron las más adecuadas

Luis de la Fuente niega el saludo a uno de los jueces de línea tras el España-Turquía

El tiempo ha servido para calmar los ánimos y que Luis de la Fuente se retracte tras el desencuentro viral al término del último partido de la selección española. La imagen del seleccionador español negando el saludo al árbitro asistente del España-Turquía dio la vuelta al mundo. Una semana después, el técnico ha asumido su error pidiendo públicamente disculpas por un gesto del que se arrepiente.
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Haciendo autocrítica, De la Fuente ha iniciado su disculpa reflejando: "Lo más importante es mantener la estabilidad, el ejemplo del que muchas personas se fijan en mí". "El otro día, en el último partido tuve un gesto con el que no me siento nada cómodo, para nada orgulloso y quiero pedir disculpas públicamente, cuando un asistente vino a darme la mano y se la negué", ha añadido en una entrevista concedida a la emisora mallorquina Fibwi Radio.
"Habíamos tenido diferentes puntos de tensión durante el partido, y al final sentí que no se había portado bien conmigo, y quise demostrar mi desagrado hacia esa actitud y le negué el saludo", aseguró, echando la vista hacia atrás para explicar un gesto que recibió una oleada de críticas. "Me arrepiento, porque ni soy así ni tendría que habérselo hecho, tendría que haberlo hablado después. Estás a muchas pulsaciones, con el corazón muy caliente y me surgió esa expresión, pido disculpas públicamente porque el primer avergonzado soy yo", manifestó De la Fuente.
"Hay que dar una imagen y estar a la altura de las circunstancias", llegó a reconocer el entrenador, asumiendo que perdió los papeles en un momento de fervor, con los roces del transcurso del partido todavía candentes. El enfrentamiento quedó plausible en mitad de una jornada de celebración contenida de los españoles, puesto que en este partido quedó consumado el billete del equipo al Mundial 2026 aunque con un empate que dejó sabor agridulce.




