Una fiscala con principios
Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre la elección de Teresa Peramato como nueva Fiscal General del Estado

El análisis de Xavier Vidal-Folch | Una fiscala con principios
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Barcelona
La sucesora de Alvaro García Ortiz en la fiscalía general del Estado es una fiscala: se llama Teresa Peramato. Lleva 35 años en la carrera fiscal. Ha destacado en el combate contra los delitos de violencia machista; en defensa de las mujeres y de los colectivos minoritarios, como homosexuales y transexuales. Y ha estado adscrita como representante del ministerio público tanto a instancias de base como a la capa superior de la fiscalía, junto al Tribunal Constitucional y al Tribunal Supremo.
Además de enérgica y de trayectoria coherente, Peramato exhibe principios y virtud académica, en su libro sobre “Desigualdad por razón de orientación sexual e identidad de género”. Así que no es alguien inclinada a arrugarse.
Y además, milagro, milagro. Han pasado ya varias horas y nadie serio —o sea nadie salvo la portavoz de los ultras—, la ha acusado de nada, nadie la ha insultado, nadie la ha caricaturizado. Esto no suele pasar con ningún nombramiento, en la etapa en la que estamos, y por eso es de resaltar.
La fiscala cumple de sobras las dos condiciones que Alberto Núñez Feijóo propuso: una experiencia mínima de 20 años y no haber desempeñado cargo público en los últimos cinco. De sobra: 35 son casi el doble que 20; y 5 son mucho menos que el infinito. Las reacciones del PP son variadas. El vicesecretario de Igualdad, Jaime de los Santos, señalaba que en la fiscalía “ha sido ejemplar”. Y el portavoz Tellado se ha recomendado “cautela”, con una frase curiosa: “lo importante no es a quién nombran sino el que lo nombra”. Por un día no le ha mentado a la familia.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




