El drama de Neymar: lesión en el peor momento del Santos y se pierde lo que resta de temporada

El Brasileirao atraviesa uno de sus cursos más vibrantes en la última década, marcado por una rivalidad encendida entre Flamengo y Palmeiras que ha alcanzado su punto más alto. Todo indica que el conjunto dirigido por Filipe Luis acaricia ya el título, después de sumar un punto ante Atlético Mineiro y beneficiarse de la derrota palmeirense frente a Gremio (3-2). Pero, mientras la pelea por la cima acapara los focos, la madrugada dejó un golpe inesperado en la otra punta de la tabla: la lesión de Neymar con el Santos FC.

El astro brasileño sufre un problema en el menisco y queda automáticamente fuera de lo que resta de campeonato. El Santos, hundido en la zona de descenso y a solo un punto de la salvación, contaba con su figura como el salvavidas para estas últimas jornadas. Muchos imaginaban al ex del Barça como el héroe del sprint final, pero la realidad ha sido implacable: no estará, y el equipo tendrá que aferrarse a lo que tenga para evitar la caída.

Es la cuarta lesión de Neymar

La noticia, además, llega con un trasfondo repetido. Neymar, que ya se había perdido el duelo del lunes ante Internacional por molestias, acumulaba tres partidos seguidos antes de resentirse frente a Mirassol. Esa fatiga le llevó a descansar contra el Colorado, buscando llegar en condiciones al choque del fin de semana contra Sport. Sin embargo, el plan se desmoronó. Esta es ya su cuarta lesión en 2025 -tras las sufridas en marzo, abril y septiembre-, un patrón que ha impedido que encuentre continuidad y que complica enormemente su regreso a la selección brasileña de Ancelotti.

Entre tanta preocupación, el único rayo de luz para el Santos es que su próximo rival será un Sport Recife ya descendido, un partido que, en teoría, debería asegurar tres puntos vitales. Cualquier cosa que no sea ganar rozaría lo trágico. Después tocará visitar a Juventude y cerrar la campaña en casa ante Cruzeiro, tres capítulos finales que decidirán si el Peixe mantiene su sitio en la élite o se ve abocado al abismo.