El Gran Wyoming: "Este premio limpia toda la mierda que te echan encima"

José Miguel Monzón, más conocido como El Gran Wyoming, recibe esta noche el Premio Ondas de Televisión a Mejor Comunicador. Para él, este galardón no es solo un reconocimiento profesional: es una reivindicación tras años de ataques y polémicas. Así lo explicó en La Ventana horas antes de la gala.

"Nos dan mucha caña. La Asociación de la Prensa de Madrid tuvo la indignidad de citarnos como un programa basura. He estado dos veces en los juzgados por estupideces que solo pretenden mancharte", relató el presentador, que lleva casi dos décadas al frente de El Intermedio. "Son sandeces que no van a ningún lado, pero te ves allí y dices: ¿esto de qué va? Y hacen ruido, además", añadió.

Por eso, el Ondas tiene para él un valor especial: "Cuando llega esto, para mí es como que te limpian el disco duro. Toda esa mierda que te han echado encima, de repente llega esto y nos limpia. Y eso lo agradezco mucho".

Wyoming insistió en que no se trata de vanidad, sino de justicia: "De cara a la gente a la que yo quiero y a la galería a la que nos dirigimos, este premio nos limpia. Es muy bonito".

El comunicador también reflexionó sobre la presión que implica estar en primera línea: "Yo soy más inconsciente que valiente. No pienso en el daño que me puedan hacer, pero no soy inmune. Esto no es un trofeo, es un testamento social". Y dejó claro que su carácter combativo no ha cambiado: "Soy un hombre indignado con la realidad. Que me apabulla. Creo en la justicia por encima de todo".

Sobre la fama, fue tajante y con humor: "La fama solo sirve para que te reserven una mesa en un restaurante. Todo lo demás es una cruz insoportable. Si me garantizas que no hay fama, cobro la mitad".

A sus 68 años, asegura que el ejercicio físico le ha dado un nuevo impulso para seguir al frente del programa: "Yo abominaba el ejercicio. Me inventé una enfermedad para no hacer gimnasia en el colegio. Pero en la pandemia empecé con una tabla en casa y me ha cambiado la cabeza. Ahora tengo ganas de hacer cosas".

Esta noche, cuando suba al escenario, promete un discurso breve pero con mensaje: "Es mi testamento social. No es vanidad, es agradecimiento y lo voy a demostrar".