Valeria Castro: "Este Ondas me recuerda que se puede hacer música sin prisa, sin fingir fortaleza y siendo nada más y nada menos que un ser humano"

Barcelona

Valeria Castro decidió parar hace un mes: "Después de reflexionar mucho y, aconsejada por expertos, me veo obligada a tomar una pequeña pausa en este camino para recuperarme física y mentalmente", señalaba en sus redes sociales, aplazando sus próximos conciertos. Poco después se anunciaba su premio Ondas, que este miércoles ha recogido en el Liceu con emoción.

Ha comenzado dando las gracias a su padre y a su madre, a su abuela Micaela, de la que heredó toda su "fuerza" y a la gente que le ha "arropado y sostenido todo este tiempo".

"Hoy que tengo un micrófono que me da voz, con la misma voz que les cuento mis historias quería recordar que la voz no es algo inerte que vive en mi garganta sino que convive con lo que pasamos, con cómo nos tratamos y con el límite del cuerpo, después de todo", ha contado la cantante, que tiene una de las voces más especiales de la música.

En esa línea, ha seguido recordando el momento por el que pasa: "El ruido, los estímulos extremos del mundo, a veces nos hacen pensar que hay que tirar pa'lante como sea y yo creo que está muy bien siempre y cuando no pasemos por encima de nosotras mismas".

El jurado de los Ondas señalaba que la artista, entre otras cosas, ha demostrado que "la vulnerabilidad puede ser revolucionaria" y la cantante lo defiende: "Soy un cristalito que se me nota mucho todo, pero de esta trasparencia, de esta fragilidad, aprendí a hacer canciones que me han salvado, así que agradezco de todo corazón que hayan valorado esta forma de cantar, de componer, porque este Ondas me recuerda que se puede hacer música desde la honestidad, sin prisa, sin fingir fortaleza y siendo nada mas y nada menos que un ser humano".

Ha acabado dando las gracias a su tierra: "Son gente de heridas reconstruidas y esta mujer de La Palma no va ser menos", ha sentenciado, recibiendo una gran ovación.