Del resultadismo al cuestionamiento: "El Real Madrid ya se pregunta a qué juega el entrenador"

En la última emisión de El Larguero, Yago de Vega charló Ramón Besa para que diseccionara los problemas del Real Madrid de Xabi Alonso. Y lo hizo en un momento curioso: el equipo manda en LaLiga y viene de un triunfo vibrante en Champions, ese 3-4 en Grecia ante el Olympiacos que debería haber calmado los nervios. Pero no. Una parte de la afición sigue inquieta, recelosa del modo en que el conjunto blanco está interpretando los partidos.

Los resultados recientes explican parte de ese runrún. Antes de la victoria en Atenas, el Madrid había pinchado en liga ante el Rayo Vallecano (0-0) y el Elche (2-2), y había caído en Europa frente al Liverpool (1-0). Aunque el marcador acompañó frente al equipo de Mendilibar, el poso que han dejado las últimas semanas sigue provocando cierta desconfianza entre muchos seguidores merengues.

"Necesita tiempo. No sé si se lo darán"

Besa lo resumió en una reflexión que dejó a Yago de Vega pensativo. Para él, Xabi Alonso está intentando moldear un equipo basado en la asociación y la combinación, justo en un club cuya identidad reciente se ha construido desde la transición, el vértigo y el golpe definitivo. "Eso necesita tiempo", apuntó, "y no sé si se lo darán". Porque, paradójicamente, los números no señalan un problema: el Madrid va líder en liga, está entre los ocho mejores de Europa y, aun así, la conversación ha virado hacia el estilo.

Lo paradójico, según Besa, es que el Madrid que él conoció siempre valoró más el resultado que la forma: "Antes era 'el Madrid gana, y luego ya preguntamos cómo'. Ahora no. Ahora gana y la gente pregunta por qué". Y ahí asoma el nuevo factor: Xabi Alonso es visto como un entrenador con firma propia, muy distinto a perfiles como Ancelotti o Zidane, más dados a acompañar al grupo y ceder el protagonismo al talento de los futbolistas. Esa intervención directa del técnico en las alineaciones, en la jerarquía interna, en la idea de juego, ha generado roces: no todas las piezas encajan y eso, para muchos, es el verdadero nudo del debate.

Mientras tanto, el calendario no ofrece respiro. Este próximo domingo 30 de noviembre, el Madrid visita Montilivi para medirse al Girona, un equipo que pelea por escapar de la zona de descenso y que buscará darle una satisfacción a su afición. Será una prueba más para un proyecto que, pese a los números, sigue examinándose a sí mismo cada semana.