La "curva de la felicidad" se transforma: los jóvenes viven hoy el mayor descenso de su felicidad

Madrid

Durante décadas, la llamada “curva de la felicidad” ha sido representada por los expertos como una gráfica en forma de U. Los niveles de bienestar eran altos en la juventud, caían en torno a los 50 años por las cargas laborales y familiares y volvían a subir en la vejez. Sin embargo, un estudio publicado por la revista científica Plos One, a partir de datos de la encuesta internacional Global Minds entre 2020 y 2025, confirma que este patrón ha cambiado.

Ahora, está curva desciende en la juventud, entre los 20 y 30 años y vuelve a subir entre los 40 y 50 años. Esto se debe, según los expertos, al aumento de las enfermedades mentales entre los jóvenes. En España, más del 60% dice haber experimentado ansiedad o síntomas depresivos en el último año y un 55% ha pensado en el suicidio, según los últimos estudios de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Los expertos apuntan como los principales factores de estos datos a la precariedad laboral y la dificultad para emanciparse, lo que les genera gran estrés y ansiedad. "Ahora mismo estar en los 20 o 25 con la situación que hay, no es nada fácil", explica Maither, de 26 años. Otros jóvenes como Juan, también de 26 años, afirman que "se hace muy difícil planificar un futuro" y que esto es una situación frustrante.

El otro lado de la curva: la tranquilidad de los 50

Mientras, los jóvenes ven caer su nivel de felicidad, y como consecuencia de ello, la curva muestra un repunte en torno a los adultos de 50 años. "A partir de los 50 es una edad más tranquila porque se asienta todo un poco y sí es verdad que te lo tomas todo de otra manera", asegura María del Mar, de 53 años. Para José Antonio, de 54 años, "a esa edad es cuando se alcanza la mayor conciliación".

Se trata de una etapa de la vida que, según relatan muchas personas, suele percibirse como un periodo más sereno y equilibrado, en el que sienten que han logrado desprenderse de numerosas cargas, tensiones y preocupaciones que en otros momentos les acompañaban. Para muchos, representa una etapa donde las responsabilidades más pesadas comienzan a disminuir y surge la posibilidad de disfrutar con mayor calma de las experiencias cotidianas.

Una pandemia silenciada: la depresión

Esta situación no se limita a España. El informe revela que la tendencia se repite en numerosos países, como Estados Unidos y Reino Unido. La depresión se ha convertido en la "gran pandemia silenciada", asegura Isabel Sánchez, psicóloga sanitaria. Afecta a millones de personas de todo el mundo y esto, dice Isabel, se refleja en las alarmantes cifras de suicidio.

Este problema social se ve agravado por la saturación del sistema sanitario. La psicóloga Sánchez afirma que la salud mental pública es "totalmente insuficiente" y que "los psicólogos y psiquiatras de la sanidad pública están totalmente desbordados", lo que deja a miles de jóvenes sin acceso a la atención psicológica que necesitan, explica.

La conclusión del estudio es clara: la "curva de la felicidad" ya no depende únicamente de la edad, sino de las condiciones sociales, económicas y emocionales de cada generación. En el caso de los jóvenes actuales, la inestabilidad laboral, la falta de vivienda asequible y un futuro incierto han transformado lo que antes era una etapa de ilusión y proyección vital en un periodo de angustia y preocupación.