Qué fue de... Martins, el delantero de videojuego que puso patas arriba el Levante español con sus volteretas

Obafemi Akinwunmi Martins (Lagos, Nigeria, 1984) fue un goleador que llegó al estrellato europeo dejando atrás unos orígenes de lo más humildes en Europa. Ni su velocidad endiablada ni sus acrobacias en cada celebración pasaron desapercibidas, convirtiéndole en un futbolista especial que se ganó el corazón de los aficionados allá donde pasó. Despuntó como estrella en el Inter de Milán y mostró su nivel en la liga española con la familia del Levante UD, donde salió como genio y figura para emprender aventuras exóticas y variopintas en el tramo final de su carrera.

Uno de los delanteros más queridos de los nigerianos en lo que va de siglo, salió de su país muy joven para emprender una nueva vida en Italia. Sus dotes con la pelota llamaron la atención en las calles de Lagos y así fue como acabó siendo reclutado por la Reggiana, donde también pudo hacer gala de su nivel ante adversarios europeos. Así se ganó a los 16 años el fichaje que más marcó su carrera, cuando un todopoderoso de la Serie A como el Inter de Milán llamó a su puerta.

El 'ojito derecho' del Inter

Terminado de formarse en la cantera nerazzurra, logró hacerse hueco con sus 170cm de estatura entre un equipo plagado de colosos. En un equipo candidato a presentar batalla por los torneos más codiciados del mundo del fútbol, compartió vestuario con artilleros de la talla de Adriano, Vieri o Julio Cruz. De hecho, tuvo que pelear con ellos por minutos como referente ofensivo. Eso sí, Obafemi Martins logró sobresalir con unas características muy distintas, y es que a falta de un cuerpo imponente tuvo que exprimirse para lucir su velocidad en carrera y su oportunismo para oler las zonas proclives de gol.

Pese a la altísima competencia, Martins fue capaz de completar cuatro temporadas como jugador del primer equipo interista. Rozó, de hecho, los 150 partidos oficiales con el gigante italiano, en los que hizo vibrar a su hinchada con un buen saco de goles y unos festejos únicos. Sus volteretas son, todavía en la actualidad, sello de identidad de una de las mayores leyendas que ha dado el fútbol africano en este siglo. Aun así, nunca pudo festejar grandes logros con Nigeria en unos años poco prolíficos de los Super Eagles en cuanto a títulos.

Milán le dijo 'adiós' como a un hijo adoptivo ya en el año 2006. Martins salió con el objetivo de conquistar nuevo mundo y terminó dejando huella en todas las grandes ligas de Europa. Su siguiente parada fue la Premier League después de que el Newcastle se dejase una millonada para reclutarle. Allí pasó tres años de su carrera ya como uno de los artilleros más consagrados de la plantilla, aunque las Urracas no le permitieron engrosar su palmarés del mismo modo -en suelo italiano había alzado Scudetto, Copas, Supercopa...-.

Parada en España

A partir de entonces, el currículum de Martins se sumió en un vaivén de traspasos, aunque con el futbolista marcando goles en todas las partes del mundo. Tras Newcastle formó parte de las filas del Wolfsburgo, Birmingham y Rubin Kazan antes de aterrizar también en el fútbol español. Logró convencerle un Levante UD que en aquellos años había acostumbrado a poseer auténticos peloteros como referentes de ataque. De hecho, venían de lamentar en 2012 la finalización de contrato de Arouna Koné, quedando su ataque huérfano de un referente.

En este hueco encajó como un guante Obafemi Martins. Llegó ya con la temporada empezada, en septiembre y como agente libre tras rescindir su contrato en Rusia, y aterrizó dispuesto a convertirse en titular indiscutible. Por ello y por todo su cartel de estrella mundial, también pasó a ser el mejor pagado de la plantilla granota.

Y en el Ciutat de Valencia cumplió con las expectativas desde el primer día. Ya en su debut con el Levante marcó el gol de la victoria ante la Real Sociedad e ilusionó como pocos a la hinchada valenciana. Partícipe de una temporada histórica para la familia granota, se echó a su espalda la responsabilidad anotadora del club en su única participación en la Europa League. Con dos goles en tres partidos, todavía permanece asentado como el segundo máximo goleador del club en Europa.

Su etapa en Valencia, no obstante, fue más corta de lo que le hubiese gustado a la afición levantinista. Y es que la carrera de Martins siguió abriéndose paso en un buen puñado de países y continentes. Terminó alargando su trayectoria hasta el 2021, eso sí, aunque no sin antes dejar un buen número de goles en Estados Unidos y, por último, China.

¿Qué hace ahora?

La historia de su vida, despertando el interés de los grandes con su fútbol en las calles de Lagos para terminar conquistando grandes plazas europeas, le ha llevado a ser uno de los grandes ídolos de Nigeria en los últimos tiempos. Su trayectoria ha servido de ejemplo para innumerables jóvenes de la región a quienes ahora intenta echar una mano a través de su fundación, destinada a personas con discapacidad física su región natal. Sin embargo, no sólo por esta faceta es conocido en la actualidad Obafemi Martins en la gran ciudad nigeriana.

El exfutbolista es, desde hace unos años, el propietario de un conocido club nocturno de lujo en Lagos. Allí, en el Cosa Nostra Patron que ha sacado adelante con guiños a la Italia que tanto ha marcado su vida, se ha dejado ver asiduamente durante unas fiestas en las que no ha pasado inadvertido. Sus redes sociales dan buena cuenta de ello, además de sus patrocinios como imagen de una casa de apuestas nigeriana.

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Aun así, Martins también ha sido capaz de mantenerse ligado al fútbol. Todavía fino físicamente a sus 41 años, se ha dejado ver en partidos benéficos como uno de los mayores iconos del fútbol africano. También se ha hecho cargo de King Sports Entertainment, empresa organizadora de eventos y responsable, entre otras cosas, de sacar adelante el partido entre leyendas del Barça y leyendas de África que se disputó en Abuya (Nigeria) el pasado mes de octubre.