Así fue la intrahistoria de la suspensión temporal en el derbi sevillano: "Le abre la cabeza a un jugador..."

El derbi sevillano se ensució en los últimos minutos por unos incidentes lamentables en la grada del Ramón Sánchez Pizjuán. En el minuto 87, el colegiado del encuentro, Munuera Montero, mandó a los jugadores al vestuario por el lanzamiento de objetos desde el fondo norte del estadio. Los objetos, mecheros y botellas de agua llenas y con tapón -algo prohibido en los estadios españoles-, cayeron sobre el área del Real Betis.

Las cámaras de Movistar Plus han captado el momento en el que Munuera Montero decide la suspensión de los quince minutos reglamentarios. "Ahí ha habido lanzamiento de objetos, tenemos que irnos para adentro, no podemos seguir", comentaba a los técnicos, Manuel Pellegrini y Matías Almeyda.

Tanto los futbolistas del Sevilla como del Real Betis, y también los dos entrenadores, insistían en finalizar el partido, ya que solo faltaban tres minutos del tiempo reglamentario. "Aguante tres minutos, no le pido más", le decía Pellegrini al colegiado. Sin embargo, el árbitro jiennense se mantuvo firme en aplicar el protocolo. "Le abre la cabeza a un jugador...", advertía del peligro que tenía continuar el encuentro, a pesar de que quedasen pocos minutos.

¿Cómo se aplicó el protocolo?

Munuera primero detuvo el juego para advertir al delegado de campo del Sevilla que debía avisar por megafonía para que cesaran los incidentes. En caso de continuar, podía suspender temporalmente el encuentro. Eso es lo que sucedió. La prioridad del colegiado debía ser en todo momento asegurar la integridad de los futbolistas.

A pesar de que los futbolistas de ambos equipos, liderados por ambos capitanes, trataban de convencer al colegiado de no parar el encuentro, Munuera trasladó los poderes de la suspensión, y posible reanudación, a la Policía Nacional. "Estamos en tus manos", trasladaba el poder a un agente de la Policía.

"Es dos minutos y ya", insistía Pellegrini. En ese momento, Munuera volvió a mirar hacia el fondo donde estaban sucediendo los incidentes y, al ver que no desistían los lanzamientos, confirmó la suspensión temporal del partido: "Dentro, nos vamos dentro. Vámonos". Los jugadores tardaron en irse al túnel de vestuarios.

Los antidisturbios, en la grada

Antes de la suspensión ya se lanzaron objetos al terreno de juego, pero los jugadores béticos los sacaban del campo. Después, un mechero impactó en el defensa del conjunto verdiblanco, Natan. Azpilicueta, que portaba el brazalete de capitán del Sevilla, trataba de calmar a la afición.

En la reanudación del encuentro para disputar los minutos finales, varios miembros de la unidad policial de antidisturbios se incluyeron entre la afición del fondo norte para que no se repitieran los lanzamientos. De esta forma, la aplicación del protocolo por parte de Munuera Montero fue impecable, aunque cometió un error en el acta arbitral. Iturralde González la analizó en Carrusel Deportivo y encontró un error en la parte de "público".