Tom Odell conquista Madrid con su voz y un piano en una noche mágica
El artista británico visita el Movistar Arena de Madrid con su 'Wonderful Life Tour 2025', una de las giras más íntimas y especiales de su carrera


Madrid
El escenario está a oscuras. En el centro, un piano iluminado por un tenue foco. Comienza a sonar de fondo Somewhere Over The Rainbow mientras Tom Odell se sienta en el piano para interpretar las primeras notas de Strange House. El público enmudece, saben que será una noche auténtica, especial, en la que cada canción acabará convirtiéndose en una especie de confesión.
Empieza así la parte más íntima del A Wonderful Life Tour: solo él, el piano y una voz que ocupa todo el escenario. Ni siquiera se escucha al público cantar. Nadie quiere romper ese momento de comunión con el artista, que interpreta algunos de sus temas introspectivos, como Ugly o Flying. “Hoy es una noche muy especial para mí. Es un placer estar en Madrid”, asegura.
La atmósfera empieza a cambiar con las primeras notas de Best Day of My Life. En las pantallas, comienza un recorrido por algunas de las partes más emblemáticas de Madrid como el Palacio Real, la Gran Vía o el Retiro hasta llegar a las entrañas del Movistar Arena, donde la banda de Odell se prepara para salir al escenario. Una guitarra, un bajo, una batería, un saxofón, una trompeta y un violín acompañan al británico con su Grow Old With Me. Es entonces cuando la noche se abre y el público no duda en ponerse en pie para corear cada estribillo.

Un despliegue de luces acompaña a Can’t Pretend y conduce hasta el que será uno de los momentos más aclamados de la noche: Spinning interpretada junto a un violinista que consigue poner en pie al Movistar Arena. Con más de siete álbumes de estudio publicados, Odell escribió las letras de su disco A Wonderful Life durante su última gira. Un trabajo que, aseguraba, es una "respuesta esperanzadora" ante la avalancha de noticias negativas que nos llegan cada día.
“Queremos ver bailar a Madrid”, pide Odell al arrancar Somebody Else. Luego llegan I Know y Don’t Let Me Go. Es entonces cuando Odell saca una carta. La escribe Miriam, que le pide que interprete Don’t Cry, Put Your Head on My Shoulder, una canción que le recuerda a sus amigos y que, sin quererlo, convierte el recinto en un pequeño refugio colectivo. "Si estás aquí con un amigo, abrázalo y cantad conmigo", decía el británico.
Durante la gira, Odell ha querido estar acompañado de algunos de sus amigos. Delilah Montagu, su telonera, se ha subido al escenario junto a él para interpretar su tema Butterflies, regalando un dueto cargado de emoción e intimidad. Después ha llegado Black Friday y, tras el clásico amago de despedida de los artistas, Odell ha vuelto al escenario con su Can We Just Go Home Now. Subido al piano, el británico ha desatado a un público que ya era suyo por completo.


"Muchas de las canciones que he interpretado esta noche nacieron en momentos frágiles de mi vida. Hoy quiero recordaros que no hay ninguna experiencia que debamos atravesar solos. Para eso está la música", recordaba Odell antes de tocar Heal, un tema que escribió con 19 años y que dedicaba a todos aquellos que estuvieran atravesando un momento complicado de su vida. "Te la dedico a ti. Estoy pensando en ti. No subestimes tu fuerza, tu capacidad de querer. Deja que el amor te lleve", exclamaba sobre el escenario.
Con Somehow, Odell volvía a la honestidad y la crudeza de su piano, tal y como empezó la noche. Llegaba el final. “Es mágico estar aquí haciendo música para vosotros. Espero veros pronto”, aseguraba el británico mientras sonaban las primeras notas de Another Love, el tema con el que el artista se dio a conocer hace más de diez años. Con un Movistar Arena en pie, coreando cada nota, Tom Odell demostraba que se ha consolidado como una de las figuras más destacadas del pop británico contemporáneo.
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Lydia Ramón Espinosa de los Monteros
Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster en Periodismo por la Escuela UAM - EL...




