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Tribunales

Ábalos y la escalera de recursos del sistema judicial

Isabel Vega explica en la sección 'El banquillo' de Hora 25 cómo funciona el recurso que Ábalos presentó en relación al 'caso Koldo'

El banquillo | Recurre, que algo queda

Madrid

Durante su sección habitual 'El Banquillo' en Hora 25, Isabel Vega ha dedicado esta semana hablar de los recursos, como el que se delibera mañana de Ábalos o el incidente de nulidad que previsiblemente presentará el ya ex fiscal general.

En España se recurre mucho, tenemos un sistema muy garantista para eso, explica Vega. Lo malo es que tanto recurso dilata las causas y claro, los tiempos pues a veces se eternizan, pero es importante saber qué está en juego.

Recurrir

Recurrir es rebatir una decisión que te perjudica y solicitar que se revise para conseguir un cambio de opinión. A veces, es al propio juez al que se le pide la enmienda, que es el recurso de reforma y que no suele prosperar.

Un ejemplo llamativo por eso de poco común: el caso Leire. La Fiscalía había pedido al juez investigar los supuestos intentos de soborno a dos fiscales por cuenta de Leire Diez, la ex militante socialista. Pues el juez de primeras dijo que no lo veía, pero la Fiscalía recurrió y el juez lo reconsideró y lo admitió. Pero es poco frecuente que ocurra, dicen los expertos consultados.

¿Para qué sirve?

Nuestro sistema funciona como una escalera. Durante la instrucción, el primer peldaño sería el recurso de reforma y luego saltas a la siguiente pantalla que es el recurso de apelación. Primero pides al juez que reconsidere su postura y en apelación, lo que solicitas es a la instancia superior que le corrija. Que puedes ir directamente en apelación, pero a menudo se presenta primero el de reforma.

En los juzgados de instrucción, ahora los tribunales de instancia, se salta en apelación a la Audiencia Provincial. En la Audiencia Nacional y el Supremo, a la Sala de lo Penal, como Ábalos y Koldo, que podrían tener decisión a lo suyo desde este jueves.

¿Y sobre la prisión provisional?

Según explica Vega, el recurso que ahora se dirime es contra el auto de procesamiento, que puso fin a la instrucción de esta parte de la causa y la preparó para juicio. Ábalos y Koldo recurrieron y alegaron todo lo que consideraron, como que no hay indicios suficientes o concurren causas de nulidad. Los magistrados tienen que estudiar todo eso y decidir si el juez hizo bien en dictar ese auto de procesamiento. Si lo dejan como está, si lo confirman, lo siguiente es sentarles ya en el banquillo.

También pueden corregirle, que eso lo vemos mucho, ha dicho Vega. A Peinado en el caso Begoña le revocaron el auto que enviaba a juicio por jurado una parte de la causa. Ha habido casos más sonados, como el archivo del asunto sobre Tsunami por un tema de plazos. Esa segunda instancia puede ordenar el archivo de un asunto o su reapertura, mandar al juez diligencias o anular otras. Es nuestro doble check, la garantía del sistema, que seis ojos ven más que dos.

Nuestro sistema es garantista pero no infinito, asegura Vega. Lo normal es que esas decisiones no admitan recurso. Se puede intentar ir en súplica, que es parecido al recurso de reforma pero contra decisiones del tribunal que no son de fondo, pero es difícil que prosperen.

Si te absuelven da igual que haya recurso, sales en libertad, ha dicho. Pero a ti te condenan y anuncias que vas a recurrir y la ejecución de la pena se suspende hasta que se resuelve el recurso, como le pasó al presidente de Manos Limpias.

Más información

El modelo de la Fiscalía Europea, que se supone que es al que vamos, dice Vega, reduce las resoluciones que se pueden recurrir para buscar agilidad. Ahora el sistema prevé recurrir hasta las decisiones del Letrado de la Administración de Justicia. También las providencias, que son resoluciones para ordenar el procedimiento pero a veces tienen contenido sustancial, como ocurre con frecuencia con el juez Peinado. La Audiencia Provincial le corrigió con rapapolvo hace poco por usar una providencia para pedir a la UCO unos listados de llamadas, que eso debe ir en un auto y motivado, como decían los recursos.

Todo acaba en el Supremo

Es el final de esta suerte de escalera: se ve muy claro con el caso de La Manada. Sentenció la Audiencia Provincial por abuso sexual, el recurso se presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que mantuvo el fallo en lo esencial y tras los recursos, el Supremo condenó por agresión sexual.

Pero al Supremo se va en casación, es un recurso extraordinario, sólo por motivos tasados. No es una tercera instancia. Y es difícil que se admita a trámite: tienes que argumentar que se ha infringido la ley o que ha habido un error de forma, que se han vulnerado derechos... Ceñirte a esos requisitos. En el caso de La Manada se apreció que no se había aplicado el tipo penal correcto. Con ese relato de hechos, era agresión, no abuso. Hay quien por eso no llega a la casación, como la Fiscalía, que no ha recurrido la multa a Luis Rubiales por la agresión sexual a Jenni Hermoso aunque en apelación, pedía incluso anular el juicio.

Y cuando el Supremo resuelve, ya es firme...

Sí. Tiene Sala de Apelación para las causas que se instruyen allí, pero no doble instancia para las sentencias que dicta en esas causas, que son pocas, pero relevantes. Del caso sobre García Ortiz no conocemos aún —sirva como recordatorio— por qué le han condenado, pero sí el fallo que le condena. Y es firme.

Hay un resquicio. El incidente de nulidad. Sirve de poco porque le estás diciendo a la sala que te ha juzgado que su decisión es nula y claro, lo normal es que discrepen. Pero es el peldaño para llegar al Constitucional, que ya no es poder judicial, es otro escenario, ha finalizado Vega.