El día que Lluis Homar escuchó "Este nombre no existe": así se borraba el catalán en el DNI durante el franquismo
El actor recuerda cómo la dictadura franquista convirtió su nombre en otro y lo que eso significó para una generación

El día que Lluis Homar escuchó ‘Este nombre no existe’: así se borraba el catalán en el DNI durante el franquismo
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Lluis Homar, actor de teatro, cine y televisión, relató en el pódcast Por el principio de la Cadena SER una escena que resume la represión lingüística del franquismo. Tenía 15 años cuando fue a tramitar su primer carnet de identidad, apenas dos o tres años antes de la muerte de Franco. "Rellené el impreso y, sin pensarlo, puse Lluís, con la doble ele", recordó. La respuesta del funcionario fue tajante: "Este nombre no existe". Acto seguido, tachó la "l" y lo convirtió en "Luis".
Homar describe el momento con una mezcla de incredulidad y resignación: "Yo me quedé parado. Era mi nombre, el que había usado toda la vida. Pero no hubo discusión. Lo borró y punto". Aquella corrección burocrática no fue un hecho aislado. Durante el franquismo, el uso del catalán en documentos oficiales estaba prohibido. Los nombres debían figurar en castellano, y cualquier intento de mantener la grafía original era borrado con un simple tachón. "Era algo asumido: en casa catalán, fuera castellano", resume el actor.
La escena del DNI refleja una política sistemática que iba más allá de los papeles. Desde 1939, el régimen había prohibido el catalán en la administración, la escuela y los medios. Ni los libros de texto ni los registros civiles admitían la lengua propia. "No olvidemos que estábamos en pleno franquismo, entonces todo respiraba una cosa encorsetada, rígida", señala Homar. Para miles de familias, la identidad se reducía a una cuestión de obediencia, de aceptar, como fue su caso, que tu nombre oficial no era el tuyo.
Homar nació en Barcelona en 1957 y creció en el barrio de Horta, en una familia numerosa marcada por la vida parroquial. Su primer contacto con el escenario llegó con apenas seis años, en una representación de la Pasión: 'Gritaba ¡Hosanna, Hosanna! con un ramo de olivo', recuerda. Aquella experiencia fue el inicio de una pasión que se convirtió en refugio: "El teatro era el espacio donde podía mostrar lo que no me atrevía a decir en otros sitios".
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Lluis Homar, subido a un escenario desde los seis años.




