El 'boom' de los suplementos alerta a los médicos: "Ahora hay que preguntar en consulta si el paciente los toma"
El consumo del magnesio, la creatina o el colágeno se dispara mientras los expertos advierten sobre su efectividad
El 'boom' de los suplementos alerta a los médicos: "Ahora hay que preguntar en consulta si el paciente los toma"
Cada vez son más las personas que incluyen en su dieta productos como el magnesio, la creatina, el colágeno o el omega-3. Aunque muchos los consumen de forma habitual, la pregunta es siempre la misma: ¿son realmente necesarios para todos, o estamos ante una moda con riesgos ocultos?
Las cuentas no engañan: el mercado europeo de complementos alimenticios factura más de 33.000 millones de euros al año, una cifra que la industria compara con partidas públicas como el gasto en Defensa de algunos países. En España la facturación ronda los 2.000 millones de euros anuales y, según Mónica Gispert, presidenta de AFEPADI, la asociación que agrupa a empresas del sector—, el negocio está creciendo a buen ritmo.
La asociación estima que el sector genera alrededor de 9.000 empleos directos en nuestro país y confía, decía Gispert, en que el crecimiento se mantenga "cerca del 5 por ciento anual", al menos hasta 2030.
"La preocupación por la salud y el bienestar, junto a una sociedad que envejece y aspira a envejecer bien, es lo que impulsa el interés por estos productos", asegura Gispert.
Desde la industria niegan que se trate de una moda efímera. España, explican, llegó más tarde a esta tendencia que otros mercados internacionales, pero en los últimos años el consumo regular se ha consolidado. Vitaminas y minerales como la vitamina C o el magnesio son algunos de los suplementos más consumidos, según encuestas de sector durante 2024.
El perfil de consumidor es heterogéneo: el 87% de los encuestados por el sector ha tomado alguno de estos productos. Sin embargo, decía Gispert, destacan muchos los hombres "musculados que hacen deporte" y las mujeres entre los 40 y los 50 que desean "verse rejuvenecidas".
La doctora Guadalupe Blay, responsable del grupo de trabajo de endocrinología y nutrición, resalta que el auge de estos productos es notable desde la pandemia. "Hay que empezar a preguntarle a los pacientes en consulta si toman este tipo de suplementos", explica.
Blay advierte de la fuerte influencia de las redes sociales, donde muchos influencers difunden sus rutinas de suplementación y promueven productos sin una prescripción médica previa.
Su recomendación es clara: si la alimentación es variada y equilibrada, "no hace falta tomar suplementos salvo que exista un déficit diagnosticado". Y en esos casos, el criterio médico debe guiar la elección y la dosis.
¿Cómo se regulan los suplementos alimenticios?
Un punto clave, dice Blay, es que los complementos alimenticios se regulan como alimentos, no como medicamentos. Eso implica que pueden comercializarse tanto en supermercados como en Internet. Debemos fijarnos en la legalidad del producto y en que su etiquetado correcto.
Su supervisión es distinta a la de la industria farmacéutica: existe control sobre publicidad engañosa y etiquetado, pero no están sujetos a los mismos ensayos de eficacia y seguridad que los medicamentos. Por eso, la recomendación de los especialistas como Blay es desconfiar de los "efectos milagrosos" y basarse en evidencia científica y en los consejos del personal sanitario.