Ciencia y tecnología

Probamos el Antigravity A1, el primer dron 360º reescribe la experiencia de los vuelos no tripulados

Te contamos por qué es un dron revolucionario

Así es el primer dron de la línea Antigravity. / Antigravity

Madrid

Durante estos últimos años hemos probado decenas y decenas de drones, pero ninguno como el Antigravity A1. Hace ya varios meses, concretamente el pasado mes de septiembre, la compañía asiática nos invitaba a su stand en la feria tecnológica IFA de Berlín (Alemania) para presentarnos el primero de sus productos. Una nave no tripulada, que a simple vista se asemeja a muchos otros, pero que tenía una peculiaridad que la distinguía de los demás. Y es que estamos hablando del primer dron 360º del mundo. Un dron único en su especie con el que podrás grabar todo lo que alcanza tu vista e incluso mucho más.

Para que esto sea posible, el dron cuenta con una cámara 360 integrada que graba tanto lo que vemos a través de las gafas como todo lo que gira en torno al dron en calidades de hasta 8K. Varias semanas después de probarlo en el stand, donde tuvimos la oportunidad de volarlo en un circuito de dimensiones muy reducidas, recibimos el Antigravity A1 en nuestra casa para poder analizarlo en profundidad. Y si ya nos sorprendió durante este primer test, ahora que hemos podido volarlo a nuestro libre albedrío todavía mucho más. Es un dron que graba escenas en 360 grados, muy fácil de volar y, sobre todo, muy divertido. Estas son nuestras conclusiones tras varias semanas de uso.

Un diseño que lo cambia todo

A simple vista, el diseño del Antigravity A1 es bastante similar al de otros drones que hemos podido volar en el pasado. Estamos hablando de una aeronave plana de 249 gramos de peso, lo que facilita mucho el cumplimiento de normativas en casi todas partes, que a simple vista parece un juguete por los materiales utilizados en la construcción. Pero a medida que vamos fijándonos tanto en sus cámaras como en su sensor principal, esta sensación desaparece por completo. Principalmente porque el dron cuenta con dos lentes situadas estratégicamente tanto en la parte superior como inferior del mismo, algo que no es para nada habitual en este tipo de aeronaves.

Y es que, como te hemos explicado con anterioridad, estamos hablando de un dron 360 que es capaz de grabarlo completamente todo. Y cuando decimos todo, es todo, pues el algoritmo del Antigravity A1 es capaz de eliminar el cuerpo del dron del vídeo final como por arte de magia para que no tengas que tropezarte con el mismo una y otra vez en cada toma.

Así son las gafas Vision Goggles. / Antigravity

Pero si hay algo que nos ha llamado la atención por encima de todo, es que cuenta con su propio tren de aterrizaje como el de los aviones tradicionales que se extiende y se retrae automáticamente cada vez que emprendemos el vuelo o aterrizamos. Todo ello con un objetivo claro: que el usuario no apoye el dron sobre la lente inferior y la raye. Por lo tanto, a simple vista puede parecer un dron más, pero si nos vamos fijando en cada uno de sus detalles nos daremos cuenta que estamos ante algo muy especial.

Las bondades del pack Infinity Bundle

En nuestro caso hemos podido probar el pack Infinity Bundle, con el que podremos disfrutar de la experiencia completa de volar el Antigravity A1. ¿Qué podemos encontrar en este pack? El equipo principal está compuesto por el dron, las gafas Vision Goggles y un controlador de movimiento para que podamos manejar el dron de una forma muy práctica y sencilla. Por otro lado, el pack incluye tres baterías de alta capacidad (con autonomía para 39 minutos de vuelo cada una de ellas) y un hub para poder cargarlas todas ellas de forma conjunta. Por último, el pack también cuenta con cuatro pares de hélices de repuesto, un estuche de transporte y una bolsa bandolera.

Lo que más nos ha llamado la atención ha sido, sin duda alguna, las gafas. A diferencia de otras que hemos podido probar durante estos últimos años, las Vision Goggles incorporan una pequeña pantalla en la parte frontal para que las personas que te vean pilotando puedan ver en todo momento lo mismo que tú mientras vuelas el dron. Pero no solo eso. También puedes configurarla a través de la app para que muestres todo tipo de colores o incluso patrones tan divertidos como unos ojos animados. Un gran acierto por parte de la compañía para tener entretenidos a tus espectadores, pues por fin podrás ver todo lo que está sucediendo en tiempo real.

Nos gustan las gafas y también el mando, porque también rompe con todo lo que habíamos visto hasta la fecha y hace la experiencia todavía más divertida. Después de probar todo tipo de controladores, todos ellos con sus respectivos joysticks para favorecer una conducción muy fiable y precisa, el Antigravity A1 cuenta con un Grip Motion Controller de lo más singular. ¿Por qué? Porque redefine la forma en la que volamos el dron para hacerla más sencilla que nunca.

La revolución del Grip Controller

Volar el Antigravity A1 es tan sencillo como controlar un puntero láser gracias a su modo Freemotion. Después de emprender el vuelo por primera vez, tan solo tendrás que apuntar con tu mano hacia dónde quieras ir y apretar el gatillo con menor o mayor intensidad para comenzar a volar a la velocidad que tú elijas. La curva de aprendizaje es ridícula e incluso alguien que nunca haya volado un dron podrá controlarlo sin problema. De esta manera, la compañía redefine la forma en la que controlamos en dron y apuesta por una nueva tecnología que seguro que no va a ser la última vez que la veamos en el sector.

Así funciona el Grip Controller. / Antigravity

Y lo mejor de todo es que podrás mirar a cualquier lado mientras vuelas. En caso de que hayas volado algún dron FPV, sabrás que la dirección del vuelo está dictada por tu cabeza. Pero como ahora tenemos el Grip Controller, podrás girar hacia la derecha con la mano mientras miras el paisaje que tienes a tu izquierda. Por lo tanto, este controlador te ofrece una independencia con la que podrás explorar el entorno sin cambiar el rumbo del vuelo. Para los que buscan más adrenalina. Aunque también podrás activar el modo FPV a través del menú, con el que podrás revivir la experiencia de volar un dron deportivo.

Por último, y si quieres realizar planos de piloto avanzado aunque no tengas ni idea de volar un dron, tan solo tendrás que activar el modo Sky Genie y dejar que el Antigravity A1 haga el resto. Gracias a este modo podrás ejecutar movimientos cinematográficos de lo más pintones como un plano de arco, un ascenso en espiral o una órbita ovalada con un solo toque. También podrás seleccionar un objetivo con el mando y activar el modo Deep Track para que el dron lo siga automáticamente. Una opción muy interesante si, por ejemplo, quieres grabar persecuciones o escenas de acción.

Experiencia de vuelo y distintos modos

Volar el Antigravity A1 es una experiencia inmersiva desde el primer momento en el que nos colocamos las gafas. Tras encenderlas por primera vez, las Vision Goggles nos muestran un menú, que se sobrepone a la señal directa del dron, desde el que podremos configurar nuestra nave por primera vez y el tipo de vuelo que queremos realizar con la misma. Por norma general, y por las facilidades que ofrece para todos los públicos, el que más vas a utilizar de todos ellos es el anteriormente citado modo FreeMotion. A pesar de que no contemos con un mando con joysticks al uso, como pueden ser los DJI RC, el control del Grip Controller es muy preciso y el dron vuela muy estable en todo momento.

El modo de vuelo es muy divertido y, como la latencia de la aeronave es tan baja, no habrá riesgo alguno de que falle cada vez que le mandes cualquier orden con tus manos. Lo mismo sucede en el modo FPV, aunque este sí que te requerirá un mayor conocimiento en la materia antes de ponerte a volar con él. Además de estos tipos de vuelo, el Antigravity A1 también permite otros como el anteriormente citado Sky Genie, y otros tan novedosos como el Sky Path, con el que podrás dibujar una ruta de vuelo desde la app y dejar que el A1 vuele de forma completamente autónoma mientras tú solo te dedicas a disfrutar de las vistas 360.

Por último, el Antigravity A1 también tiene un modo de lo más curioso, dirigido principalmente para los que buscan divertirse a lo grande, que se llama Pilotaje Virtual. Una función que superpone una cabina animada en tu visión, para que recorras el mundo en el interior de una nave espacial o incluso a lomos de un dragón. Como si estuvieras en Star Wars o un capítulo de Juego de Tronos. Y si eres de los que se marean con este tipo de viajes, el dron también cuenta con un modo 'Confort View' que recorta ligeramente los bordes para reducir la fatiga visual.

Vídeo hasta en 8K y edición potenciada por la IA

El Antigravity A1 graba en calidad 8K para que podamos recortar cualquier escena sin que la imagen se vea borrosa. Por lo tanto, el dron nos garantiza la máxima calidad posible en el modo vídeo, así como una nitidez excelsa y unos colores sobresalientes que reflejan a la perfección los que captamos con el ojo humano. Eso sí, te recomendamos que grabes en situaciones con buena luz natural para poder sacar el máximo partido del sensor. No es recomendable grabar en entornos de baja luminosidad, por motivos más que obvios, pero es algo aplicable al 99% de drones del mercado.

Por otro lado, la estabilización del dron es sorprendente. A pesar de que estemos en condiciones de viento, algo que nos pasó grabando en la playa, la imagen se mantiene bastante estable. Eso sí, cuando realizamos algún giro a alta velocidad en escenas de mucho viento se puede producir algún que otro trompicón que, a pesar de que no molesta prácticamente nada, se nota en el montaje final.

Y si hay otra cosa que nos gustaría destacar es su edición impulsada por inteligencia artificial. ¿Qué podemos hacer con un vídeo grabado en 360º? La mayoría de redes sociales no permiten este tipo de contenido en su feed. Pero, gracias a la app de Antigravity, y su edición impulsada por inteligencia artificial, podrás sacar los mejores clips para Instagram o TikTok en cuestión de segundos. Después de finalizar la grabación, la inteligencia artificial se encargará de analizar los vídeos, identificará los momentos clave y los editará automáticamente con música y movimientos de cámara. En caso de que vayas a grabar para YouTube podrás descargarlo en formato horizontal (16:9) o, si prefieres algo para Instagram o TikTok, en modo vertical (9:16). Pero también podrás realizar tú mismo los cortes y crear tu propia película, aunque en esta ocasión el proceso, por motivos más que obvios, será más largo y tedioso.

El Antigravity A1 redefine la experiencia de volar un dron

El Antigravity A1 ha conseguido redefinir la experiencia de volar un dron por varios motivos. El primero y más evidente es porque te permite grabar escenas en 360 grados para captar todo lo que te rodea en todo momento. Algo que se agradece a la hora de crear contenido para tus redes sociales, pues podrás compartir con tu audiencia tomas hasta la fecha inimaginables en el sector. Por otro lado, su Grip Controller ha superado nuestras expectativas. A pesar de que los mandos tradicionales nos parecen muy eficaces, este nos parece mucho más sencillo para el público general. Sobre todo con modos como el FreeMotion, con el que podrás volar un dron aunque nunca hayas volado uno.

Y, por último, también nos ha gustado mucho el diseño de las Vision Goggles y esa pequeña pantallita desde la que podremos compartir con nuestros espectadores lo que vamos viendo en tiempo real. Por lo tanto, un sinfín de novedades que, lamentablemente, hay que pagarlas a un precio bastante alto. El hecho de contar con varias tecnologías revolucionarias provoca que el Antigravity A1 cueste 1.399 euros en su versión Standard, 1.599 euros en su versión Explorer y 1.699 en el Infinity Bundle que hemos podido probar. Esperemos que de cara a futuras versiones, cuando este tipo de tecnologías se asienten más en el mercado, bajen considerablemente los precios para ver una lucha encarnizada por el trono de los drones.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...