El director que escandalizó Broadway con sus musicales más "picantes"

Madrid

Uno de los géneros más curiosos del cine es sin duda el cine musical. Se requiere de cineastas de gran talento y conocimiento de los tiempos del mundo del cine para poder intercalar de forma correcta pequeñas canciones y coreografías, sin que estas resulten abruptas para el espectador.

En forma de homenaje a esta gran sección de la cinematografía, el equipo de Sucedió una noche reserva el comienzo de este nuevo episodio a una de las grandes figuras del cine musical, Busby Berkeley.

De coreógrafo a director

Busby Berkeley, nacido en California a finales del siglo XIX, era un apasionado del mundo de la danza y del teatro, así que luchó por hacerse un hueco dentro de Broadway, el epicentro mundial de la industria de los musicales. A principios de la década de los años 20, el estadounidense comenzó a ejercer como director de danza en varios teatros de la zona, armando increíbles coreografías que no tardaron en brillar.

Sin duda, Berkeley tenía un inmenso talento para la construcción de estos bellos números de danza, pero el americano buscaba dar un paso más en su carrera. Su sueño era ser director de sus propios musicales, y tras varios años de trabajo y esfuerzo, Berkeley consiguió erigirse como un nuevo miembro del reservado grupo de directores de Broadway.

Un curioso gusto por el tono picante

Berkeley era una persona reconocida por su capacidad innovadora y por su actitud atrevida en términos creativos, y así lo demostraba en la mayoría de sus obras o proyectos artísticos. Las coreografías del director estadounidense poseían dos características fundamentales, un gran sentimiento coral y un toque de erotismo que resultaba sorprendente en esa época.

Este gusto por el baile con tintes eróticos le convirtió en una figura muy popular dentro del espectro de Broadway, pero a su vez le condicionó fuertemente en su faceta creativa debido a los constantes enfrentamientos que tenía con el organismo censor que operaba durante esos años.