Israel y Europan
Israel es, como se ve en cualquier mapa si se mira con los ojos cerrados, un país europeo, y por eso sus clubes juegan la Champions

Barcelona
Vaya por delante mi pésame a los entusiastas del Festival de Eurovisión. Lamento que España no participe el próximo año. Lo lamento por los entusiastas, porque a mí me da igual. El caso es que Eurovisión mantiene fuera a Rusia, debido a su mal comportamiento con Ucrania, pero sigue incluyendo a Israel, supongo que por su comportamiento impecable con los palestinos.
Israel, queridos amigos, está donde le da la gana. En 1954 fue uno de los países fundadores de la Confederación Asiática de Fútbol y 10 años después, en 1964, su selección ganó la Copa de Asia. Resulta que a algunos países asiáticos el comportamiento del estado judío con los palestinos no ha ido pareciéndoles tan impecable y se niegan a jugar con Israel. La solución, en 1994, consistió en meter a Israel en la UEFA. Israel es, como se ve en cualquier mapa si se mira con los ojos cerrados, un país europeo, y por eso sus clubes juegan la Champions.
Veamos. Entiendo perfectamente la justificadísima mala conciencia europea respecto a Israel. Fueron muchos siglos de persecución contra los judíos, culminados con el Holocausto. Entiendo todo eso. También entiendo que el Reino Unido decidiera hace un siglo establecer un “hogar para los judíos” en Oriente Próximo, y que en 1948 la ONU lo aprobara.
Lo que cualquiera entiende también es que Israel está en Oriente Próximo y en el continente asiático, y que sus vecinos no son Dinamarca o Luxemburgo, sino Siria o Líbano, con Irán un poco más allá. Y esto se entenderá igualmente: cada vez que incluimos a Israel en las cosas europeas reforzamos la incómoda sensación de que se trata de un estado colonial, un proyecto occidental incrustado en continente ajeno.
Quizá habría que ir arreglando eso.
Me llamo Enric González. Les deseo un feliz fin de semana largo. Y Shabat Shalom.




