Noruega no da crédito ante el Premio FIFA de la Paz a Donald Trump: "Fue largo e inapropiado"

El sorteo de la fase final del Mundial de México, Canadá y EEUU fue algo más que un sorteo. La gala estuvo se salió de lo estrictamente deportivo durante más de una hora en la que quedó de manifiesto el acercamiento entre los presidentes de FIFA y Estados Unidos, Gianni Infantino y Donald Trump. Atónitos se quedaron muchos al presenciar el intercambio constante de alabanzas entre ambos ante la mirada de un público impaciente por conocer la suerte de los bombos. También la antena de Carrusel Deportivo, que no daba crédito cuando Trump era reconocido en mitad de la ceremonia con el primer Premio FIFA de la Paz, en un momento que tampoco ha gustado nada a la delegación noruega desplazada hasta Washington.

Si bien la Federación Noruega de Fútbol (NFF) ha venido mostrando un compromiso social poco habitual en los últimos tiempos en cuestiones como la masacre israelí en Gaza, el show de cuestionable gusto del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de Washington no ha escapado a sus valoraciones. Incluso a la presidenta de la NFF, Lise Klaveness, le ha costado encontrar palabras para hablar de lo presenciado. "No creo pueda tomarme esto del todo en serio", ha acertado a decir en primera instancia a los medios noruegos, antes de lanzar un mensaje de advertencia dirigido directamente a la FIFA.

"Tenemos que intentar mantenernos alerta, mantener la puerta cerrada y trabajar para que la FIFA se centre en el fútbol y no en estas cosas", ha declarado, en un claro tirón de orejas por las últimas decisiones de Gianni Infantino. "Cuando este premio no tiene criterios objetivos, ni jurado, ni conexión con la dirección, existe el riesgo de que sea una forma encubierta de politizar la organización. Todo lo relacionado con el premio fue largo e inapropiado", ha destacado en relación al polémico Premio FIFA de la Paz que le brindó el presidente de la FIFA, según sus palabras, "de parte de los miles de millones de aficionados en el mundo".

Tampoco convenció la puesta en escena al seleccionador noruego, Stale Solbakken, quien en la televisión NRK se ha sincerado así: "Fue un espectáculo extraño en muchos sentidos, tengo que ser honesto y decirlo". El gesto de FIFA, lejos de promover la paz de manera unánime, ha hecho brotar un nuevo roce interno con alguna federación.