¡Lando Norris, campeón de la Fórmula 1!

La carrera en Abu Dhabi ha traído un aire distinto, casi histórico. Durante años, el dominio de Max Verstappen ha aplastado cualquier intento de rebelión. Pero esta temporada, McLaren se ha remangado y ha construido un coche feroz, capaz de poner contra las cuerdas al campeón. Llegar a Abu Dhabi con el Mundial aún vivo ya ha sido un triunfo… aunque, en el fondo, todos han presentido que la verdadera batalla iba a decidirse allí, bajo los focos del desierto.

La salida ha confirmado que no era un Gran Premio más. Oscar Piastri ha volado desde el semáforo para arrebatarle la segunda posición a Lando Norris, mientras Fernando Alonso se ha lanzado a una lucha salvaje con Charles Leclerc y ha adelantado incluso a George Russell en los primeros metros. Ha sido un inicio frenético, el prólogo perfecto para una carrera marcada por la tensión.

Las posiciones en la zona alta no han dado respiro. Russell ha recuperado la plaza frente a Alonso, Leclerc ha atacado sin tregua y Verstappen ha intentado imponer su sello desde la primera vuelta. Pero los McLaren han mandado un mensaje claro: tenían ritmo. Mucho ritmo. Piastri y Norris han sido los más rápidos en pista, limando décimas a un líder que, por primera vez en mucho tiempo, no ha tenido la situación totalmente controlada.

Ferrari se ha venido abajo pronto, con Leclerc perdiendo contacto con el grupo delantero, mientras Verstappen ha reconocido por radio que estaba sufriendo graining. Piastri, con los duros, ha mantenido una compostura admirable, hasta el punto de que desde el muro le han avisado: "Max Verstappen se está poniendo nervioso".

En plena batalla estratégica, Yuki Tsunoda ha decidido entrometerse en la pelea por el Mundial. Ha frenado deliberadamente a Norris para proteger a Verstappen, aunque el británico le ha adelantado sin miramientos. Dirección de Carrera ha intervenido de inmediato: Tsunoda ha recibido cinco segundos de sanción y Norris ha salido indemne. El título seguía en sus manos.

Superado el ecuador de la carrera, Piastri ha comenzado a ceder tiempo. Su ritmo con los duros ha decaído y Norris -con la mirada fija en el campeonato- se ha erigido como el verdadero perseguidor del líder. Verstappen ha respondido con una vuelta rápida impresionante, pero la sensación en el paddock ha cambiado: no era él quien tenía el control absoluto. No esta vez.

Mientras Alonso ha consolidado una sólida presencia en los puntos y Sainz ha sufrido con un Ferrari sin ritmo, la carrera ha quedado reducida al duelo decisivo: Verstappen adelante, Norris detrás, ambos conscientes de que cada detalle podía decidir un Mundial.

El tramo final ha sido un ejercicio de resistencia mental. Verstappen ha empezado a perder segundos, su Red Bull no ha respondido con la contundencia de otras ocasiones. Norris, en cambio, ha impuesto una constancia feroz. Piastri ha recuperado la segunda posición y McLaren ha entendido que tenía la situación controlada.

Al cruzar la meta, Verstappen ha ganado la carrera, firmando la octava victoria de la temporada, pero no el campeonato. Lando Norris, gracias a los puntos obtenidos y a una temporada construida sobre regularidad y madurez, se ha proclamado campeón del mundo de Fórmula 1. En Abu Dhabi, el imperio de Verstappen ha cedido el testigo. Y el naranja McLaren ha iluminado la noche como nunca antes.

Respecto a los españoles, Fernando Alonso ha firmado un sexto puesto muy respetable, mientras que Carlos Sainz se ha quedado fuera de los puntos quedando decimotercero.