Andrea Rizzi, sobre las injerencias de EEUU en Europa: "No podemos mirar para otro lado. El silencio de Von der Leyen es un error"
Andrea Rizzi ha reflexionado en 'Coordenada 25' sobre la estrategia estadounidense de influir en la política europea
Coordenada 25 | Nueva reunión de Zelenski con los líderes europeos
Madrid
La jornada ha estado marcada por un doble frente diplomático para Europa. Por un lado, en Londres, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha reunido con el primer ministro británico, Keir Starmer, con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el canciller alemán, Friedrich Merz, en un encuentro destinado a coordinar el apoyo militar y financiero a Kiev en un momento crítico de la guerra. La pregunta que planea sobre la reunión es hasta qué punto los líderes europeos están siendo realistas en sus promesas a Zelenski y qué garantías de seguridad pueden ofrecer en un contexto en el que la propia arquitectura de seguridad occidental parece estar reconfigurándose.
Andrea Rizzi ha explicado en Cordenada 25 que estas promesas no son vacuas. "Manifiestan apoyo pero lo hacen manteniendo cierta cautela porque Europa sola tiene graves problemas para mantener el pulso de Moscú. Hay un intento de mantener abierto un diálogo con Estados Unidos", ha comenzado.
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Un documento que sacude Europa
Casi en paralelo, la Unión Europea continúa digiriendo el impacto de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que Estados Unidos presentó el viernes. Cada administración estadounidense publica la suya, pero el documento actual ha provocado un shock profundo: por primera vez, Washington apuesta explícitamente por respaldar a partidos ultraconservadores europeos, alegando que así promoverá «la resistencia» frente a una Europa que estaría —según el texto— «desviándose de la senda adecuada».
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, ha respondido con contundencia: «Estados Unidos no puede sustituir a los ciudadanos europeos a la hora de decidir qué partidos son buenos y cuáles no. No puede sustituir la visión europea de la libertad de expresión».
Rizzi se ha mostrado satisfecho con estas declaraciones del dirigente europeo. "Me parecen adecuadas. No podemos mirar constantemente al otro lado cuando vienen provocaciones abiertas, como este documento oficial que habla de interferir en nuestras fronteras. Hay que responder de forma clara sin perder los papeles. No podemos mirar hacia otro lado. El silencio de Von der Leyen es un error", ha explicado.
Pero esa reacción contrasta con la tibieza de otras figuras clave, especialmente la máxima responsable de la política exterior europea y la presidenta de la Comisión, que han optado por una respuesta más medida. Para Andrea Rizzi, corresponsal de asuntos globales, el texto tiene un carácter abiertamente hostil: diagnostica a la UE como un actor debilitado, excesivamente regulador, y la convierte en una especie de némesis ideológica.
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"Europa tiene cartas, como dice Macron. Somos una economía más grande que la rusa, y tendríamos una capacidad de suministrar apoyo a Ucrania que la que tiene la rusa. Pero la paz llegará cuando Putin se convenza de que seguir le cuesta más que parar. Pero no hay que ser ingenuos. Nos falta una capacidad militar propia no dependiente de Estados Unidos y una voluntad política unitaria. Todo esto es un límite y Putin es consciente de esas deficiencias", ha continuado Rizzi.
Oriente Próximo, en el punto de mira
Respecto a Oriente Próximo, el cambio más significativo es la pérdida del protagonismo energético. La región sigue siendo clave, pero ahora Washington la concibe sobre todo como un espacio para negocios estratégicos, no como un pilar indispensable para el suministro global de petróleo. "Desde Washington se ve a Oriente Próximo como un enorme patio de negocios. Estos países tienen mucho capital acumulado gracias al capital energético", ha afirmado Rizzi.
La combinación de estos movimientos dibuja un mapa geopolítico en plena transformación. Europa, atrapada entre el desafío ruso, la presión china y la nueva doctrina estadounidense, enfrenta un dilema histórico: redefinir su autonomía estratégica o aceptar que su lugar en el mundo será decidido por otros. "Hay un enorme interés por parte de grandes poderes por colonizar las mentes de las personas. Esto transcurre por las vías de las plataformas tecnológicas y hemos visto un alineamiento de varios tecnoemperadores con el trumpismo. No solo Musk. También Bezos. Zuckerberg, los jefes de Google bie cuadrados en la toma de posesión", ha finalizado Rizzi.