Un experto en economía de Salud explica por qué el modelo de gestión público-privada "tiene muchas posibilidades de corromper la virtud profesional"

Madrid

Continúa la polémica en torno a los audios filtrados del CEO de Ribera Salud y exgerente del Hospital de Torrejón, donde se le podía escuchar hablar de ampliar las listas de espera o de primar unos pacientes sobre otros para maximizar el beneficio económico de este hospital público de gestión privada en Madrid.

El profesor emérito de planificación y economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad, José Ramón Repullo, ha explicado en Hoy por Hoy por qué la legislación actual propicia que haya modelos donde se prime el beneficio económico y cree que en nuestro país habría que cambiarlo: "La estructura del contrato y la facilidad para deslizar incentivos a los profesionales, crea un modelo con muchas posibilidades de corromper la virtud profesional y la capacidad de responder con ética", ha señalado.

Una exgerente del Hospital de Alzira señala este lunes en el diario El País que "lo de Torrejón no es aislado sino el ‘modus operandi’ de las concesiones sanitarias privadas". Repullo considera que la gestión privada en la red pública "es un modelo muy desaconsejable para el funcionamiento nacional de salud" a pesar de que pueda haber inspecciones porque "quien debe vigilar esta muy próximo al vigilado y es una situación peligrosa", sumando además el hecho de que haya "poca concurrencia de empresas" y "las puertas giratorias".

Precisamente la consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, ha roto su silencio casi una semana después de que saltara el escándalo. Ha asegurado en esradio que la inspección de Madrid que acudió la semana pasada al hospital no detectó ningún tipo de incidencia. Niega que haya habido una reutilización de material sanitario y acusa a la oposición de buscar hacer daño al sistema de salud.

Sanidad apuesta por una nueva ley que endurezca los requisitos para la gestión privada de centros públicos. Repullo cree que la forma en la cual habría que orientar la regulación global del Sistema Nacional de Salud "tendría que ver más con métodos de buen gobierno, rendición de cuentas, transparencia, prioridad de entidades sin ánimo de lucro y que no vuelva a unirse el componente hipotecario de las colaboraciones público-privadas con el componente de servicios". En definitiva, una serie de criterios técnicos que por lo menos harían "un poquito más difícil la derivación de este modelo hacia conductas que van en contra del interés general".

"Las conductas perversas se exhiben"

Este experto en economía en Salud reconoce que, pese a todo, le sorprendió escuchar los audios del CEO de Ribera Salud: "Esa es la diferencia entre saber que algo ocurre y tener una evidencia obscena, del comportamiento de un empresario". Algo que, como recuerda, "algunos llaman el Trumpoceno": "Nos encontramos con que las conductas perversas se exhiben. No hay ningún decoro a la hora de de jactarse de políticas que yo creo que son enormemente peligrosas".

Repullo asegura que los pacientes son rentables a muchos niveles: "Ahora está fuera de foco el debate de los monopolios farmacéuticos que nos están haciendo pagar muchísimo más dinero de lo que vale lo que nos están ofreciendo y luego está lo que llaman la medicalización del malestar: hay muchísimas actividades comerciales que radican en torno al wellness, al bienestar, al sentirse bien, la juventud eterna, etcétera".