Bea Martínez, psiquiatra de niños y adolescentes: "Si al drama adolescente le sumas el algoritmo, el resultado es una juventud muy polarizada"
La adolescencia es la época conflictiva de la vida por excelencia, porque es el momento de romper con tus referentes

Bea Martínez, psiquiatra adolescente: "si al drama adolescente le sumas el algoritmo el resultado es una juventud muy polarizada"
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Madrid
Si lo último que se desarrolla es el director de orquesta del cerebro, el filtro, el regulador, ¿cómo vamos a pedirle a los adolescentes que controlen sus impulsos y sus emociones como lo haría un adulto? El desarrollo cerebral se produce de atrás hacia delante, de occipital a frontal, y ese lóbulo frontal es el filtro del cerebro. A eso hay que sumarle la actividad de la amígdala, que es "el lado oscuro de la fuerza", todo lo que no puede ser un caballero Yedi: el miedo, la pasión, la rabia...
Y eso, en la adolescencia, es un torbellino. "Emociones a tope y sin filtro: ese combo explosivo es la adolescencia." Y si al drama adolescente de siempre le sumas las redes sociales, con un algoritmo que sabe lo que quieres y te lo da, te encierra en casa y te quita la oportunidad de interactuar con personas diversas, normal que la juventud esté más polarizada que nunca.
Beatriz Martínez, psiquiatra infantil y adolescente, ha visita el Comando Norte, la sección del Hoy por Hoy en la que los periodistas (y, según ellos, eternos adolescentes) Nacho Carretero y Aitana Castaño conversan sobre temas de actualidad, para recordarnos que todos hemos sido adolescentes, y que, a pesar de la crisis de salud mental agudizada por las pantallas, ella "adora" a estos adolescentes, admira su manera solidaria y comprometida de ver el mundo y asegura que tienen más herramientas, y un lenguaje más sofisticado, para cuidar su propia salud mental.
Entonces, ¿por qué hablamos de los adolescentes como si fueran un problema? Desde las noticias, y también desde las ficciones, parece que hemos construido una visión de la gente que tiene 15 años, como si fueran unos desconocidos, unos marcianos que hablan con palabras desconocidas, enganchados a las pantallas, agresivos, suicidas, solitarios, violentos, hostiles... "La adolescencia es la gran incomprendida," explica Beatriz, "y así se sienten ellos muchas veces. Pero lo cierto es que les gustan y les preocupan las mismas cosas que nos gustan y nos preocupan a todos. Pero ahora yo pienso que lo hacen muy bien, porque tienen algo que nosotros no tuvimos: esa capacidad para conectar con lo emocional."
El mundo en el que viven, de incertidumbre y crispación, de falta de expectativas y ascensor social averiado, no ayuda: "el mensaje que recibíamos nosotros, de que si te esfuerzas te irá bien, no es algo con lo que puedan identificarse hoy nuestros adolescentes". Pero sí que es verdad que nos comunicamos con ellos mejor que en generaciones anteriores: "tienen capacidad de ponerle palabras a sus emociones y de pedir ayuda." Pero es importante hacer el esfuerzo de entender su lenguaje y también de comprender su identidad digital, que para ellos es una continuidad del mundo real. Por eso es tan importante, también, controlar lo que hacen en internet, y proteger su identidad futura, impidiendo que cuelguen cosas que puedan avergonzarlos en el futuro, y, por supuesto, no compartiendo imágenes o información sobre ellos. Aunque lo hagamos con la mejor intención, puede perjudicarles en el futuro.
La adolescencia es la época conflictiva de la vida por excelencia, porque es el momento de romper con tus referentes: tus padres dejan de ser superhéroes y empiezan a ser "unos carcas que no se enteran de nada". A pesar de ese momento, naturalmente rebelde, "sigues teniendo esa necesidad de los adultos, pero no les quieres porque con lo que tú te identificas es con tus iguales. Y dentro de esa necesidad de pertenencia a un grupo, vienen los líos: como te tienes que polarizar, tienes que ser el más friki, el más otaku del mundo, o la que más liga o el que más usa ropa de marca. Estamos en un mundo donde el adolescente se ve sometido a todas esas tentaciones que tenemos los adultos, pero ellos sin filtro."
Además, muchos padres no se han hecho a la idea de lo peligrosos que pueden ser algunos entornos digitales. Estar encerrado solo en una habitación con conexión a internet puede ser tan arriesgado o más que salir solo a la calle. "Internet lo formamos los seres humanos, lo hemos creado nosotros. Igual que en la calle hay buenas y malas personas, en Internet también. Y yo lanzo esta reflexión: ¿os imagináis a un niño adolescente, pongamos de unos 12 años, al que sus padres le dejaran salir solo, sin saber con quién, sin hora de vuelta, simplemente a lidiar lo que salga? Diríamos: ¿pero de qué vas? Tú no sales de casa. Pues eso es Internet. Sin filtros. Entonces, habrá que cuidarles también ahí, y hacer una supervisión de qué está pasando ahí."
Un dato importante que recuerda la doctora Martínez es que el 75% de los trastornos mentales debutan antes de los 24 años. La adolescencia es, pues, un momento de crisis y de gran vulnerabilidad desde el punto de vista de la salud mental. Y el cerebro humano no supera la adolescencia hasta casi los 30 años: "nuestro cerebro va a estar en ese periodo de evolución donde el director de orquesta ni está ni se le espera mucho más tiempo. Y el director de orquesta es quien debería estar al mando cuando conducimos un coche, bebemos alcohol o votamos en las elecciones."
La conversación mantenida entre Àngels Barceló, Aitana Castaño, Nacho Carretero y Beatriz Martínez también busca disolver el estigma de los adolescentes. Es cierto, y tan antiguo como el mundo, que una generación critique a la siguiente, como si "en mis tiempos" esto, lo que sea, no sucediera. A estos adolescentes de ahora nos referimos con términos muy peyorativos: les llamamos generación de cristal, decimos que son blanditos o inútiles. "Y yo digo, mira: ojalá me hubieran dado a mí una educación emocional como la de los adolescentes de ahora", afirma Beatriz. "¡Y no te digo a mi generación!", ha corroborado Àngels Barceló.
"Este escozor de pensar 'esto no está bien, no me estoy cuidando, no me están cuidando', significa que haces por mejorar". Beatriz pone el ejemplo de la Dana, de cómo fueron los adolescentes quienes marcharon hacia Valencia con palas y cubos a ayudar: "muchas veces son nuestros jóvenes los primeros que dan un paso al frente desde esa disconformidad que sienten y esa vivencia del mundo como injusticia. Ojo con tachar eso de algo malo." Beatriz confiesa que "adora" a los adolescentes que ve en consulta: "aprendo muchísimo de mis pacientes, de las familias, pero también de los adolescentes. Me encanta escuchar cómo ven ellos el mundo. Incluso les pido a veces su opinión, porque creo que mirar el mundo de una manera más naíf, más nueva, menos contaminada, nos haría también a nosotros crecer como personas. Para nada tengo una idea mala de los adolescentes, todo lo contrario, les adoro y me parece que hay que saber entenderlos para poder ayudarles bien."
En febrero de 2026, Beatriz Martínez publica en la editorial Espasa "Manual de Supervivencia para padres en la era digital.

Eva Cruz
Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde 2017.




