El exletrado del Constitucional Joaquín Urías: "Muchos de los jueces del Supremo que firman esta sentencia son los primeros que filtran cosas"
El catedrático de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal Constitucional valora la sentencia que condena al fiscal general

La Entrevista | Joaquín Urías: "Muchos de los jueces del Supremo que han firmado esta sentencia son los primeros que filtran cosas"
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Madrid
"Es una sentencia que tiene muchas afirmaciones y pocos argumentos", empieza el catedrático de Derecho Constitucional Joaquín Urías a la hora de valorar la sentencia con la que el Tribunal Supremo sostiene la condena al exfiscal general del Estado Álvaro García Ortiz. Y así pasa a desglosar todo lo que ha visto en las más de doscientas páginas que han redactado los magistrados del alto tribunal.
"Leyendo la sentencia es muy difícil en cuanto a la filtración (no en cuanto a la publicación de la nota de prensa) que nadie que lea esta sentencia acabe convencido de que es evidente que fue el fiscal general", sostiene Urías, que también es ex letrado del Constitucional. "El Tribunal Supremo constantemente dice "no hay otra explicación posible, esto tuvo que ser así, estamos convencidos", añade antes de aclarar que, para él, eso no es suficiente para emitir una condena. "Jurídicamente en un Estado de derecho a mí no me preocupa si el juez está íntimamente convencido de que el fiscal filtró una cosa o no. No es suficiente con que ellos estén convencidos. Nos tienen que explicar cuáles son los datos objetivos que sin lugar a dudas hacen que tengamos todo el mundo claro que él y no otra persona ha sido el autor", dice Urías.
Filtraciones a diario
Sostiene el jurista que las filtraciones son habituales en la judicatura y apunta alto cuando se refiere a ellas. "A diario en nuestros tribunales se están filtrando cosas mucho peores. Todo se filtra en España. Los jueces del Tribunal Supremo, muchos de los que han firmado esta sentencia, cualquier periodista sabe que son los primeros que filtran", asegura Urías en entrevista con Pablo Tallón en Hora 25.
En el caso del fiscal general, dice, se ha decidido investigar una filtración, aunque no hubiese pruebas para sostener esa causa. "Aquí se ha decidido investigar una filtración. Cuando ha resultado que no había pruebas se ha dicho "bueno, aunque no haya pruebas, vamos para adelante y va a ser condenado". Ahí están los motivos. Creo que son bastante evidentes, dice Urías.
Un fallo a medida
Para el catedrático, el fallo del Supremo está hecho a medida desde el inicio y carga duramente contra sus redactores. "Sabemos todos que el fallo, redactado a medida como un traje que te hace un sastre, en el que se dice "mire, usted no va a ir a la cárcel, lo vamos a inhabilitar por dos años, que es justo el tiempo que queda de posible gobierno socialista para que no lo puedan volver a nombrar y solamente lo vamos a inhabilitar como fiscal general".
Cuestiona además la rapidez con la que se emitió el fallo, hace ahora 19 días. "Ese fallo se publicó hace tres semanas. Es imposible que en dos días de discusión que hubo los magistrados hubieran analizado todo lo que ahora se comenta en estas 240 páginas que nos han llegado hoy", dice Urías, al que le parece "evidente" que el fallo es previo a la argumentación del mismo: primero el resultado, después el debate para llegar a ese resultado.
"Es bastante evidente que al menos el fallo se redactó antes que la justificación. Y eso no es un modo de operar aceptable en un Estado de derecho. Usted tiene que argumentar, y como resultado de la argumentación llega un fallo. Si usted primero tiene el fallo y después construye la argumentación, evidentemente parece que la intención no es hacer justicia, sino que puede ser cualquier otra cosa", concluye Urías.




