"Solo queremos ser médicos": una ginecóloga denuncia jornadas de hasta 80 horas semanales en plena huelga sanitaria

Madrid

El pasado viernes, El País publicó una carta al director cuyo título ya anticipaba el tono de denuncia: "Solo queremos ser médicos". El texto, firmado por Laura Castro, ginecóloga del Sistema Andaluz de Salud (SAS), subrayaba que "no queremos dañar a nuestros pacientes. "Sois nuestra motivación", a la vez que advertía de que los profesionales "no somos ni queremos ser superhéroes". La misiva concluía con una afirmación contundente: "No podemos más".

Castro pertenece al personal sanitario del sistema público andaluz desde hace más de 11 años. Ha explicado en La Ventana que la situación laboral ha empeorado de forma progresiva, en parte porque "la plantilla médica es cada vez más consciente de sus derechos laborales", mientras que la sanidad pública "no refleja mejoras equivalentes" debido, afirma, "a la falta de financiación y de recursos estructurales". Este escenario deriva, según su valoración, en una "devaluación progresiva de la sanidad pública" y en un desgaste profesional creciente.

Guardias de hasta 17 horas y semanas de 80

La jornada ordinaria del personal se desarrolla de lunes a viernes, entre las 8:00 y las 15:00 horas, aunque a esa franja se suman habitualmente horas de continuidad asistencial dedicadas a consultas de tarde, intervenciones quirúrgicas o pruebas diagnósticas. A esa carga horaria se añaden las tradicionales guardias médicas, que en días laborables alcanzan hasta 17 horas consecutivas y que, en fines de semana y festivos, continúan configurándose como jornadas completas.

En especialidades como Ginecología pueden coincidir entre cuatro y seis guardias mensuales, cifra que aumenta durante los periodos de vacaciones, cuando se compensa la ausencia de personal. En situaciones habituales, esta combinación de horario ordinario, continuidad asistencial y guardias puede derivar en semanas de 64 horas, que llegan a superar las 80 u 86 cuando se acumulan distintas jornadas de guardia. Según Castro, este volumen de trabajo resulta "agotador para el personal e implica riesgos añadidos para la seguridad del paciente".

Los colectivos médicos reivindican, entre otras medidas, una reducción de las horas de trabajo continuado y una reordenación de las guardias para garantizar tiempos de descanso efectivos. También denuncian que las horas de guardia tributan en el IRPF, pero no cotizan a la Seguridad Social, de forma que no computan a efectos de jubilación o prestaciones futuras. Además, la hora de guardia mantiene una retribución inferior a la hora ordinaria.

La protesta actual forma parte de la tercera huelga médica convocada, con servicios mínimos fijados por la administración sanitaria. Los trabajadores, según cuenta Laura Castro, sufren descuentos aproximados de 200 euros por jornada de paro, una cifra que varía en función de la categoría profesional y que, en algunos casos, se incrementa.