Cada día, la Unión Europea gira más a la ultraderecha

Barcelona

Casi cada día, la Unión Europea gira más a la derecha. Pero no ya a la derecha conservadora, sino a la directamente reaccionaria. A la ultraderecha.

Sucede con el trato a la inmigración. Ayer mismo, y hoy mismo. Ayer los ministros de Interior de la UE aprobaron por amplia mayoría, con el voto contrario de España y alguno más, endurecer el pacto migratorio que se aprobó a final de 2023: se agrava la entrada de los refugiados en busca de asilo; se permitirán detenciones indefinidas; se dejará que los Gobiernos emprendan la deportación a campos de concentración en terceros países, como los que quería la ultra Giorgia Meloni en Albania…

Hoy, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha anunciado nuevas medidas policiales para evitar entradas irregulares: por tierra, mar y aire.

Todo esto sucede porque la mayoría de Gobiernos europeos son de derecha. Y porque algunos socialdemócratas, como el de Dinamarca, suscriben el racismo migratorio, y les sirven de coartada. Y porque Donald Trump ejerce un influjo extraordinario, extraordinariamente nefasto en todo el mundo, y también en el viejo continente.

Europa se muestra débil ante el fuerte Trump; y ejerce de dura frente a los débiles hambrientos y perseguidos. Es una opción, claro. Pero entonces, olvidémonos de los principios; de la cultura humanista y humanitaria; del Estado de derecho; de los valores que se les suponen a las democracias avanzadas. ¿De verdad es eso lo que queremos? ¿Estar calentitos a costa de crear un infierno en nuestra propia casa?