Noelia Gutiérrez, la española que ha arbitrado la final del primer Mundial femenino de fútbol sala: "Entre los nervios y la concentración, no me acuerdo de casi nada"

La primera final de un Mundial femenino de fútbol sala tuvo representación española gracias a Noelia Gutiérrez. La colegiada toledana fue la elegida para dirigir el histórico Brasil-Portugal que decidió el título. Su nombre ha quedado inscrito para siempre en la historia de este deporte y, ya de vuelta desde Filipinas, ha atendido la llamada de SER Deportivos para rememorar los nervios de un partido que incluso cuesta recordar después de tantas emociones.

El culmen de su carrera deportiva hasta la fecha llegó este último domingo y, como ha confesado la propia Noelia Gutiérrez, vino a raíz de un anuncio "sorpresa". "No me lo esperaba. Al pasar España a semifinales me veía más cerca de casa que de la final. Al ver que España caía sí pensaba que quizás podía ser árbitro asistente o cronometrador, y fue Pierluigi Colina quien se conectó por vía telemática y nos dijo la noticia", ha admitido, consciente de cómo le impactó ya de primeras: "Se me pusieron los pelos de punta".

Esta tensión se apoderó de ella hasta la gran final. "Cuando salí al campo y vi el pabellón lleno... te pones nerviosa", ha reconocido, sin poder retrotraerse a acciones concretas del partido. "Es anecdótico, pero si me dices que te cuente algo de la final, ahora mismo no me acuerdo. Entre los nervios, la concentración y el enfoque que tenía en que todo saliera bien, no me acuerdo de casi nada. Lo único, de recoger la medalla, que es cuando pude disfrutar un poco", ha expresado ante Pacojó.

Trabajadora en un estudio de arquitectura, ha sido capaz de coronarse compaginando su principal empleo con el arbitraje. El fútbol sala se cruzó en el camino de Gutiérrez, tal y como ha contado, sin previo paso con el balón en los pies. "Sería súper mala jugadora. Nunca he jugado y creo que sería malísima", ha apuntado la colegiada en la antena de la SER, mostrando su lado más espontáneo.