Rodrygo Goes vuelve a marcar 33 partidos después contra su rival fetiche y se abraza a Xabi Alonso para celebrarlo

El Real Madrid-Manchester City es uno de los partidos de la jornada de la Champions League. Xabi Alonso afronta su segundo matchball en el banquillo del equipo blanco presionado por todos los sectores de madridismo ante la que podría ser su última oportunidad para seguir en el puesto después de la mala imagen del equipo en los últimos meses. El conjunto merengue sabe perfectamente cuál es la situación y no importa la temporada que sea para ver una imagen diferente cuando se juega un partido de Champions League en el Santiago Bernabéu. La actitud, energía y el juego del Real Madrid fue muy diferente al que se vio durante el partido contra el RC Celta de Vigo, que hizo saltar todas las alarmas.

El partido entre merengues y citizens se ha convertido en un clásico del fútbol europeo. Se ha repetido este enfrentamiento una temporada tras otra y se ha visto a Pep Guardiola de manera continuada en el Santiago Bernabéu. Quizás por ello dejó el mensaje que dejó en la rueda de prensa previa al encuentro contra el Real Madrid al aconsejar a Xabi Alonso que "mee con la suya." Aparte de este momentazo de los medios de comunicación, este partido deja en el pasado grandes recuerdos para los blancos, como aquella remontada en la Champions del 2022. En aquella mágica noche para el Real Madrid, el gran protagonista fue Rodrygo Goes y ante su víctima favorita lo ha vuelto a hacer.

El extremo brasileño del Real Madrid ha vuelto a marcar desde el 4 de marzo, es decir, 33 partidos después ha sido capaz de ver puerta. El ruido en torno a Rodrygo era ensordecedor, y eran muchos los que pedían su salida en el último mercado de fichajes. Sin embargo, esta ocasión puede ser perfecta para protagonizar un punto de inflexión y remontar el vuelo con la camiseta del Real Madrid. Goes aprovechó un contragolpe de libro para definir muy lejos del alcance del portero Gigi Donnarumma, que nada pudo hacer por impedir el primer tanto del equipo local en el encuentro. La euforia se apoderó de un Bernabéu activo y motivado desde el primer minuto por la actitud de su equipo, y la celebración estuvo a la altura.

La celebración de Rodrygo Goes sonó más a liberación que a reivindicación. Seguramente el jugador blanco es el primero en saber que no ha estado a la altura del escudo al que representa en los últimos meses y ha querido demostrarlo con un festejo eufórico, pero respetuoso con el madridismo. Es por ello que su gesto señalando al escudo gana todo el sentido del mundo, y lo que hizo justamente después define cómo han sido los últimos meses para el extremo brasileño. Rodrygo Goes se dirigió directamente hasta el banquillo para abrazar a Xabi Alonso. El entrenador, cuestionado y señalado, recibió el cariño de un jugador que desde el primer minuto ha notado el apoyo de su técnico.