Los hijos de donantes quieren saber: "No buscamos una familia, buscamos la pieza que nos falta"

Barcelona

Una investigación periodística reveló esta semana que esperma con un gen cancerígeno se usó para engendrar casi 200 bebés en 14 países europeos. El Banco Europeo de Esperma de Dinamarca estuvo vendiendo estos gametos desde 2005 por encima de los límites legales de países como Holanda o España.

Hasta que se detectó esta extraña mutación en 2023 se habían engendrado 197 niños en 67 clínicas de 15 países europeos. En España hay 35 casos de embarazos conseguidos con este donante. Diez de los engendrados fueron a mujeres españolas, cuando el límite que establece la Ley de Reproducción Asistida es de 6 nacimientos por donante. El resto de 25 embarazos fueron para mujeres de otros países que recibieron tratamiento en nuestro país.

¿Qué ha fallado? ¿Son fiables los controles en España?

Se lo hemos preguntado al presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, el doctor Juan José Espinós y a la doctora Andrea Bernabeu del Instituto Bernabeu. Ambos coinciden en que el riesgo cero no existe: "Los controles que se realizan en este tipo de tratamientos disminuyen drásticamente el riesgo de enfermedades genéticas. Y es imposible el cero, porque, como digo, trabajamos con la naturaleza, pero sí que lo disminuimos drásticamente. Si comparáramos con una gestación espontánea el riesgo de una enfermedad genética es menor" insiste la doctora.

La mutación peligrosa del gen TP53 del donante danés en el momento de la donación era indetectable. Pero este es un caso extraordinario, no es algo habitual. Respecto a la falta de control en el número de nacimientos por donante la doctora Bernabeu sí que reflexiona que falta coordinación entre organismos europeos. En España sí que funciona el registro SIRHA para controlar el límite de 6 nacimientos por donante.

"En Europa actualmente no hay un registro. Se está realizando y está previsto para los próximos años que efectivamente tenga que haber esta coordinación europea mediante un sistema que se llama SoHo. Y para evitar estas situaciones por supuesto". Para el doctor Espinós la responsabilidad es del banco de esperma danés que no tuvo en cuenta la legalidad de cada país "en este caso el banco emisor, que no era un banco situado en España, no tuvo la precaución de limitar el número de muestras que se vendieron a las diferentes clínicas españolas acorde a la ley que rige actualmente en nuestro país. Este es un tipo de registro de control que siempre debe realizar la clínica emisora".

"Es mi derecho conocer mis orígenes"

María Sellés recibió la noticia de esta investigación de la Red de Periodismo de Investigación de la UER con preocupación y confirmó "la sensación de frustración y de impotencia, de ver que que realmente las cosas no se controlan tanto como dicen y que los afectados primeramente somos nosotros. Y ver que somos tan invisibles y que no se vigila tanto nuestra salud". María tiene 35 años y fue concebida con semen de un donante, su madre optó por tenerla sola y siempre lo ha sabido.

Ella ha puesto en marcha la Asociación de Hijos e Hijas de Donantes para ayudar a otros que, como ella, quieren averiguar sus orígenes y para reclamar un cambio legal que acabe con el anonimato y la mercantilización de las técnicas de reproducción asistida.

"Actualmente, la Ley de Reproducción Humana Asistida en el Estado español vulnera los derechos de las personas que nacemos, sobre todo en cuanto a nuestro derecho a conocer los orígenes, pero también el derecho a la salud, porque no podemos conocer nuestro historial médico" por lo menos de una parte de su rama familiar biológica.

El presidente de la Sociedad Española de Fertilidad no ve claro eliminar el anonimato porque los controles exhaustivos que se hacen actualmente ya garantizan no padecer enfermedades y el no anonimato supondría un descenso de donantes como ha pasado en otros países "quieren ayudar a concebir a mujeres y parejas, no formar una familia".

Maria Sellés responde que ellos ya tienen una familia y lo que buscan es saber su origen. También tiene claro que son los intereses económicos los que impiden que se reforme la Ley: "Somos uno de los pilares del negocio de la industria reproductiva a nivel global. España tiene una de las leyes más permisivas en materia de reproducción de todo el mundo. Más de la mitad de los tratamientos que se hacen en las clínicas son de personas extranjeras, con lo cual somos un foco del turismo reproductivo. Somos lo que se conoce como un paraíso reproductivo. Mientras tengas dinero tú aquí puedes hacer lo que tú quieras. Entonces, el anonimato es uno de los pilares de ese negocio".