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Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Xavier Vidal-Folch: "El secreto político está en el abono único de transporte con tarifa plana reducida"

Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre el abono único de transporte aprobado por el Gobierno como medida defensiva ante la crisis del PSOE

El análisis de Xavier Vidal-Folch | El billete de tren

Barcelona

El secreto político está en el abono único de transporte con tarifa plana reducida: 60 euros al mes, y 30 para los jóvenes. Es la oferta que ha lanzado hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como respuesta no solo defensiva al problema del partido socialista con los casos de corrupción y de acoso sexual.

Vamos a ver: mientras la discusión se espesa, y es poco favorable al Gobierno en estos asuntos, Sánchez la sortea con ese billete barato. Que es un símbolo: de lo que más preocupa a la gente, la carestía en el nivel de vida; de los deseos ciudadanos, como se ha visto en el plan de transporte gratuito que le dio la vara de mando al nuevo alcalde de Nueva York; y de la propia fortaleza –en resultados-- de su ejecutivo, la política económica y social. Más aún, podríamos decir que ante las flaquezas sobre la limpieza moral del partido en cuanto al dinero y en cuanto al género, su líder lo apuesta todo por el tercer pilar de lo que supuso su investidura.

Por un lado, responder a las necesidades inmediatas de la gente es lo normal; de paso también desordena las bazas de sus opositores; y es lo lógico en cualquier comportamiento público: afianzar, dar mayor perfil y poner en valor aquello que todo el mundo no demasiado sectario considera que funciona. La política económica y social, el designio de una prosperidad compartida, menos desigual que siempre. De ahí, el bono de transporte con tarifa plana.

Claro que esto no da respuesta a los vacíos en los otros dos pilares que le llevaron a la Moncloa: la lucha contra la corrupción y la militancia feminista. Y que, por tanto, siguen siendo asignaturas pendientes, porque no les ha dado salida ni novedosa, ni muy convincente.

Pero igual cambia el tono de la conversación. Rebajar el coste del transporte ferroviario y en bus en un 60%, al menos en bastantes trayectos, como ha prometido el presidente, es llevar el debate a algo muy concreto. En qué compañías, en qué recorridos, cómo financian esos servicios las autonomías y los ayuntamientos, cómo coopera cada cual. Y es declarar que no solo preocupa la economía de las grandes cifras de crecimiento y del empleo, sino también de las pequeñas facturas cotidianas: el billete de autobús. O de tren. De ambos.

Está bien que las cosas de comer recuperen protagonismo en la esfera pública.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...