Sánchez confirma que el relevo de Pilar Alegría al frente de la portavocía del Gobierno será una mujer

Madrid

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este lunes en Moncloa para compartir su esperado balance político del año en medio de las polémicas de corrupción y denuncias de acoso sexual que salpican al principal partido del Gobierno de coalición.

En esa comparecencia, el jefe del Ejecutivo no ha presentado grandes novedades en esos frentes y ha anunciado el abono único de transportes para viajar con tarifa plana por todo el país por precios entre 30 y 60 euros al mes.

En una reunión informal con periodistas esta tarde en Moncloa, el presidente del Gobierno ha asegurado que la nueva portavoz del Gobierno será una mujer, una vez que se oficialice la salida de la portavocía de Pilar Alegría, elegida por los socialistas aragoneses como candidata a las elecciones de esa región del próximo 8 de febrero. El jefe del Ejecutivo no ha concretado cuándo se hará el relevo de Alegría.

Hasta ahora, Sánchez ha tenido cuatro portavoces del Gobierno, las cuatro mujeres (Pilar Alegría, Isabel Rodríguez, María Jesús Montero e Isabel Celaá), y la quinta también lo será, como acaba de confirmar él mismo en La Moncloa, en una decisión en un contexto muy difícil en lo que a feminismo se refiere con los casos de acoso en el PSOE.

Esta mañana en su comparecencia de balance del año, ha reconocido errores, pero insiste en que no va a adelantar las elecciones y apela de nuevo a la labor del Gobierno en materia social para dar sentido a la legislatura.

"Vamos a buscar apoyos bajo las piedras", decía Sánchez esta mañana en el turno de preguntas, al ser preguntado por su llamada con Oriol Junqueras, una posible reunión con ERC y por la situación de su relación con Junts. "Interlocutamos a diario por convicción y por necesidad, y con Junts queremos tender la mano. Voluntad absoluta de cumplir con los acuerdos pactados con ellos". Sánchez ha apuntado esta tarde que confía en que cumplir los acuerdos abra una "ventana de oportunidad" con los de Puigdemont, partido con el que considera que las relaciones están "rotas" por ahora.

Sánchez ha negado estar cansado, ha mostrado sus ganas de "culminar una década" y ha sacado pecho de la "madurez" y la resistencia de un Gobierno "a prueba de bombas". El líder del PSOE y del Ejecutivo dice a sus socios que el proyecto del gobierno progresista "no acaba en 2027".

Sobre Sumar y las peticiones de la vicepresidenta segunda del Gobierno de una renovación profunda en el Gobierno, Sánchez ha asegurado una vez más estar "muy cómodo" con su Consejo de Ministros y ha puesto su foco en "dar un nuevo impulso a la agenda" ante el riesgo del auge de la ultraderecha.

"Los resultados están ahí. La legislatura va a durar", apunta una vez más Sánchez, que ha comparado la situación con lo sucedido esta pasada madrugada en Chile con el auge de la ultraderecha. "Es una responsabilidad que no voy a eludir. Entiendo el momento que está atravesando el mundo y España es un contrapunto interesante de políticas progresistas", comentaba en Moncloa esta tarde Sánchez.

Sánchez ha mostrado su "dolor y decepción" por los casos de corrupción que afectan a personas que fueron de su confianza, pero se muestra satisfecho de haber actuado con "contundencia". Con respecto a los casos de presunto acoso sexual, ya había asumido el error de no haber actuado con la suficiente velocidad, y este lunes ha afirmado que "puede cometer un error, pero no dos".