Asier Etxeandía: "Los fascistas de ahora son peores. Antes se les veía venir, ahora no"

Madrid

Asier Etxeandía sostiene en La Ventana que los personajes que encarna "no tienen nada que ver uno con otro", aunque reconoce que el auge de este tipo de perfiles responde a un contexto social que merece ser contado. En ese sentido, explica que "hay mucho que hablar de los fascistas de hoy en día" y considera que figuras como Santiago Abascal pueden resultar interesantes desde un punto de vista interpretativo, aunque matiza que "no hace falta remarcar más su personaje, ya está en todos lados".

Etxeandia defiende que una de las mejores maneras de detectar el peligro del fascismo es precisamente llevarlo a escena. "Creo que una gran forma de darte cuenta del peligro del fascismo es interpretarlo", señala, y añade que su trabajo consiste en contar o defender historias "para que a la gente se le pongan los pelos de gallina".

Libertad y límites

El actor asegura que desde hace tiempo hace "lo que le da la gana" y que siempre ha sido así, aunque reconoce que se plantea límites cuando su trabajo puede hacer daño a personas cercanas. Según explica, actuar sin convicción termina notándose: si alguien trabaja "sin fuerza y sin ganas", el resultado no funciona, especialmente en un oficio tan expuesto como el suyo.

Etxeandia recuerda una trayectoria marcada por la precariedad y la confrontación con el sistema. Relata que ha vivido en situaciones muy difíciles y que, en reuniones directivas, le llegaron a decir que tendrían que prescindir de él porque "así funciona la televisión". Su respuesta, explica, siempre fue clara: asumir que serían ellos quienes tendrían que prescindir de él. "Siempre he tenido límites muy claros y siempre he sido muy punki y revolucionario", afirma.

Musicales, series y música

Etxeandia se muestra crítico con la influencia de la religión, a la que responsabiliza de haber generado culpa en torno al sexo, algo que considera "muy sano". En cuanto a los musicales, recuerda que fue fan desde la infancia y que siempre quiso ser maestro de ceremonias, aunque admite que también pueden llegar a horrorizarle por el alto nivel de exigencia. Sobre una etapa en Madrid, confiesa que el exceso de forma y ciertos usos de la voz terminaron cansándole.

En el terreno audiovisual, el actor adelanta que participa en la segunda temporada de la serie Furia, que define como "superpunki, supermoderna" y con un elenco "brutal".

En paralelo, repasa su trayectoria musical con Mastodonte, proyecto que arrancó en 2014 y cuyo segundo disco, Belleza y perdón, les llevó de gira hasta culminar en Bilbao con un concierto junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao y el coro San Juan Bautista. Etxeandia describe aquel espectáculo como "una de las cosas más bonitas" que ha hecho nunca, hasta el punto de sentir que "tocó el cielo de la emoción". El concierto quedó grabado y se emitirá en la televisión vasca, mientras que Alfonso Cortés ha realizado un documental sobre los días de preparación del show. Al verse en él, confiesa, no puede evitar pensar "en lo loco que estoy y en lo mucho que se me va la cabeza".

Creatividad y proyectos personales

El artista rememora incluso haber vivido en un banco de Ópera y describe ese periodo como un momento de toma de conciencia, al sentir que se estaban enriqueciendo a su costa. De esas experiencias nace Imagin, un proyecto que surge tras conocer a Alfonso Cortés Cabanillas, con quien comparte una forma muy similar de entender la creación. Cortés le ayudó a dirigir los videoclips de Mastodonte y, según Etxeandia, siempre le ha empujado a elegir entre ser "artistas o cucarachas". Ambos asumen que se pierde más dinero que otra cosa, pero defienden que es posible ser creativo y apasionarse por este mundo.