El trabajo detrás del musical de 'Cenicienta': "Los textos evolucionan como evolucionan las sociedades"

Madrid

En 1957 más de 100 millones de espectadores vieron en televisión el musical 'Cenicienta' protagonizado por Julie Andrews, qué después fue un éxito de Broadway y que ahora se puede disfrutar en la Gran Vía madrileña. La productora Stage, en el Teatro Coliseum, nos trae una versión de una Cenicienta que aun con Príncipe y zapato de cristal es mucho más que una joven resignada y soñadora: es valiente, decidida y dueña de sus propias decisiones.

En la producción intervienen unos 50 profesionales en escena y foso: 34 actores, entre elenco principal y cuerpo de baile y una orquesta en directo de 20 músicos. Los protagonistas de esta historia son Paule Mallagarai y Briel González, encargados de dar vida a Ella y al príncipe Thoper, con quien La Ventana ha podido hablar. Ambos están brillantes, pero no todo fue tan fácil. Durante los primeros ensayos, ambos tuvieron que enfrentar retos a la hora de preparar sus personajes.

En el caso de Briel, las contradicciones de Thoper le confundieron. "Se pedía el carisma y la seguridad de un príncipe, pero al mismo tiempo es un príncipe inexperto que no sabe cómo hacer las cosas", explicaba. Mientras que Paule tuvo dudas sobre dónde establecer el punto en el que Cenicienta se volvía segura de sí misma: "En casa es sumisa y poco a poco va encontrando su lugar y fue complejo decidir en qué momento encontró su seguridad".

En este musical el amor entre Ella y Thoper es muy diferente al del cuento clásico. Su amor no es superficial, es un amor que ayuda a los protagonistas a convertirse en su mejor versión. Esta forma de querer necesita de una conexión entre los protagonistas, algo que se trabaja dentro y fuera del escenario. Paule Mallagarai explicaba a La Ventana, que la química entre ella y su compañero ha surgido de forma muy natural. "Nosotros sentimos química y la química entre los personajes ha surgido sola, no es algo que hayamos tenido que trabajar", decía la actriz para la SER.

El trabajo detrás de los escenarios

Pero no hay que olvidar a los que están detrás del escenario para que todo salga así de natural. Una de estas personas es María Regidor, supervisora de vestuario del musical Cenicienta. Su rutina es diferente cada día. La supervisora la ha explicado para La Ventana. "Nos dicen que tenemos que hacer ese día y colocamos, arreglamos y chequeamos la ropa en función de lo que toque hacer", ha indicado Regidor.

Durante las obras de teatro suceden muchos accidentes y más este musical, donde además de mucha magia, hay muchos cambios de vestuario. María recordaba la vez en el que se rompieron unos pantalones por completo. "Uno de los chicos que hace de lacayo y el chofer se rompió por varias costuras el pantalón y tuvimos que coserlo", recordaba la supervisora. Otra persona que también ha estado trabajado para que todo salga bien es el director residente de esta versión de Cenicienta, Alex de los Santos. Este martes se asoma a La Ventana.

El director tiene mucha experiencia en este campo, Cenicienta llegó a sus manos gracias precisamente a su trayectoria. "Me ha hecho llegar a este lugar, al momento deseado para empezar a traer un regreso de Rogers y Hammerstein", decía en el programa. Esta carrera comienza en el año 2005, cuando De los Santos estaba estudiando interpretación en Londres. Cuando volvió comenzó actuar en diferentes producciones y desde entonces no ha parado. Pero su primer trabajo como director residente fue en 2017 en el musical El Guardaespaldas.

En el caso de Cenicienta, el director adaptó la versión del musical en España. Para él, la nueva versión del clásico se debe a que "los textos evolucionan como evolucionan las sociedades". El mayor reto de De los Santos en este trabajo ha sido hacer que este proceso de adaptación, explicaba, "sea lo más asequible y lo más cercano a un público que quizás puede pensar que ya conoce el material". Lo que para nada ha sido complicado ha sido encontrar a los artistas que actúan en la historia. "Los artistas cada vez vienen mejor preparados", afirmaba el director en La Ventana. Esta preparación hace que sea más fácil exigir a los y las profesionales crear sus personajes por ellos mismos.