Un fiscal recuerda una de las mayores injusticias en la historia judicial española: "Estaba predeterminada la decisión del jurado"
Carlos Castresana analiza en su libro 'Bajo las togas' los errores judiciales y plantea dilemas morales que siguen vigentes cinco siglos después

Un fiscal recuerda una de las mayores injusticias en la historia judicial española: "Estaba predeterminada la decisión del jurado"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Carlos Castresana, fiscal desde 1989 y autor del libro Bajo las togas, ha reflexionado en A vivir que son dos días sobre los errores judiciales y los dilemas éticos que plantea su obra. Con una trayectoria marcada por destinos como la Fiscalía Antidroga, Anticorrupción y el Tribunal Supremo, Castresana ha reunido en su libro 25 casos que, según explica, revelan las "patologías" del sistema judicial.
Uno de los ejemplos más impactantes que mencionó en la entrevista es el caso de Dolores Vázquez, condenada por el asesinato de Rocío Wanninkhof en 2001: "Creo que fue condenada por los medios de comunicación. Cuando entró al banquillo, estaba predeterminada cuál iba a ser la decisión del jurado". Para Castresana, este error judicial debería hacernos reflexionar sobre la enorme responsabilidad que implica juzgar: "Antes eran los dioses los que castigaban a los hombres; ahora nos hemos atribuido ese papel, pero deberíamos hacerlo como Dios, poniendo los cinco sentidos".
Tras esta reflexión, el fiscal explicó la estructura de su libro: "He agrupado 25 casos en cinco partes porque son cinco patologías del proceso. He procurado elegir casos cerrados, precisamente para no meterme en charcos y para que el debate sea sereno". Son historias que, aunque algunas se remontan al siglo XVI, plantean dilemas que siguen vigentes.
Entre ellas está el de Beatrice Chenci, una joven romana que asesinó a su padre tras años de abusos y encierro: "Es un debate que hoy se nos plantearía con una mujer que, en legítima defensa o sin otra opción, tiene que decidir si seguir soportando esas sevicias o matar. ¿La condenaríamos? ¿La absolveríamos? ¿Le aplicaríamos algún atenuante?’.
El libro invita al lector a convertirse en jurado: "No pretendo establecer verdades incontrovertibles. En muchos casos, como el del pobre panadero de Malta, el tribunal tomó una decisión que creo equivocada, pero es legítimo que el lector llegue a una opinión contraria", concluye Castresana.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Entrevista al fiscal Carlos Castresana




