Borja Jiménez, emocionado en su regreso a Butarque: "Cuando pite el final el árbitro, mi corazón seguirá siendo blanquiazul"

El sábado, Butarque no será solo el escenario de un partido más de Segunda División. Será, sobre todo, el punto de encuentro entre el Leganés y un pasado muy reciente. El equipo pepinero se medirá al Sporting de Gijón de Borja Jiménez a partir de las 18:30, en un duelo cargado de simbolismo. El técnico regresa por primera vez a la que fue su casa durante dos temporadas, un lugar donde vivió algunos de los momentos más intensos de su carrera y donde dejó una huella imborrable con el ascenso a Primera División.

Borja no esconde que el reencuentro le remueve por dentro. "Va a ser muy especial volver a Leganés. Es la vuelta a la que fue mi casa durante dos años, muy reciente, donde conseguimos cosas muy bonitas y donde sentí el cariño de toda la gente", ha reconocido en SER Deportivos con Pacojó. Aunque ahora lo haga como visitante, el entrenador insiste en que "vuelvo a una de mis casas por cómo me trataron", incluso bromeando con la posibilidad de confundirse al tomar el camino habitual hacia el banquillo.

"El descenso fue uno de los momentos más complicados de mi carrera"

El recuerdo no se limita al club, sino a las personas. "Me apetece mucho ver a la gente de mi staff, a Juanjo, con el que compartí dos años, a Iván, Lucho, Dani, a los utilleros, a la gente de prensa… mucha gente que me trató siempre muy bien", ha confesado. Un vínculo humano que explica por qué Leganés sigue ocupando un lugar especial en su trayectoria.

Especialmente duro sigue siendo el recuerdo del último día, el del descenso y la despedida. "Todavía recuerdo ese día. Quizá por cómo nos despidieron, por el cariño, fue uno de los momentos más complicados de mi carrera. Aún me cuesta hablar de ello", ha admitido con sinceridad. Y subrayaba el papel de la afición: "Nos hicieron sentir bien en un mal momento, y eso no se olvida".

Ahora, eso sí, Borja defiende con orgullo el escudo del Sporting. "Es un club muy grande, con mucha historia. Durante noventa minutos no les voy a desear nada bueno porque quiero ganar y conseguir muchas cosas con el Sporting", ha afirmado con rotundidad. Aunque matiza: "Cuando pite el final el árbitro, mi corazón seguirá siendo blanquiazul seguro".

"La gente te lo pone muy difícil"

El técnico también destacó el ambiente familiar que encontró en Leganés y que ha vuelto a sentir en Gijón. "Txema Indias nos acogió como un padre, y esa función la hace también Jeff Luhnow aquí. La gente alrededor del club te lo pone muy fácil. Es un club pequeño en el que todos pueden sentarse en la misma mesa para decidir, y con una afición que, si lo das todo y no ganas, sabe recompensártelo", ha explicado, convencido de que ese afecto marca a cualquiera que pasa por allí.

En lo deportivo, Borja recuerda el punto de partida en el Sporting. "Llegamos en descenso y supimos darle la vuelta muy rápido a la situación. Eso fue clave, no solo por los resultados, sino por la confianza de la gente. Para un entrenador es fundamental caer de pie en los sitios", ha señalado. Su ambición pasa por evitar los apuros del curso anterior y construir algo más sólido: “No quiero pasar por lo que vivió el club la temporada pasada, que fue dramático hasta la penúltima jornada”.

"Me marco objetivos a corto plazo"

Fiel a su manera de entender el fútbol y la vida, Borja prefiere ir paso a paso. "Soy de metas cortas. Mirar mucho más allá te desgasta. Hay que marcarse objetivos a corto plazo", ha explicado, aunque admite que el ascenso siempre ronda la cabeza. "Claro que a veces te imaginas conseguirlo. El siguiente objetivo es estabilizarnos para que, cuando queden diez jornadas, estemos en disposición de depender de nosotros".

El objetivo final está claro. "Queremos volver a Primera División. Se ha hecho una muy buena plantilla, con jugadores que han estado en Primera y en ascensos", ha apuntado. Y cerró con un deseo que une pasado y presente: "Ojalá los dos estemos peleando por los puestos de arriba. Mi mayor satisfacción sería que lo consiguiéramos ambos. Sería cerrar un círculo muy bonito".