Hernan Zin: "Los palestinos no han perdido la resiliencia, la integridad, su sonrisa ni su amor por la vida"
'Todos somos Gaza', el director presenta en 'La Ventana' el documental que pone rostro al horror en la Franja

Hernan Zin: "Los palestinos no han perdido la resiliencia, la integridad, su sonrisa o su amor por la vida"
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Madrid
Desde hace más de dos años ningún periodista independiente ha podido entrar en Gaza, tampoco desde el alto el fuego del pasado mes de octubre que, pese a rebajar la intensidad de los bombardeos israelíes, no ha supuesto el fin de los ataques ni del sufrimiento de la población civil. Entre la censura y las campañas de propaganda y desinformación, solo quienes están allí saben lo que de verdad ha pasado y sigue pasando en la Franja.
Ahora, por primera vez, un documental rodado en Gaza en condiciones extremas ha servido para poner voz y rostro a las víctimas, para humanizar el sufrimiento, ofrecer contexto y preservar la memoria de una de las páginas más terribles y vergonzantes de nuestra historia reciente. Se titula Todos somos Gaza y su director, Hernán Zin, se ha asomado a La Ventana para hablar de su trabajo.
El director comenzaba reconociendo el valor del equipo palestino que le ayudó a grabar la película: "Se dejaron la piel y pensábamos que no lo íbamos a conseguir, pero Todos somos Gaza ya es una realidad".
Los protagonistas del documental
La cinta llega a los cines después de Navidad y, como toda buena película, tiene a sus protagonistas: Mohamed, de 24 años; Bisan, de 18; y Udai, de 22. A pesar de haber perdido su casa, su familia y, en definitiva, su vida, "no han perdido la resiliencia, la integridad, su sonrisa o su amor por la vida", decía Zin.
Mohamed buscaba comida entre basura para su familia. Udai es de los pocos que sigue manteniendo la sonrisa y, además, se ha casado con la mujer de su vida: "Cuando se refugia en la escuela de la ONU, conoce a una chica de la que se enamora y está toda la película pidiéndole matrimonio", recordaba el director. En cuanto a Bisan, su historia es una de las más duras: pierde a toda su familia por el derrumbamiento de un edificio y, pese al trauma, ha estado durante todo el genocidio estudiando para entrar en la universidad y estudiar periodismo. Esta vocación nace cuando es salvada del edificio que mató a su familia por un periodista: "Por desgracia, Salag fue asesinado en las revueltas de 2018", explicaba Zin.
En el último plano de la película se puede ver a Mohamed andando hacia la nada. Una de las inspiraciones para construir esta imagen fue la película El pianista. Esa nada absoluta forma parte del objetivo que, según Zin, tenía Israel: hacer de Gaza un lugar remoto. "Han conseguido dejar a la gente de Gaza sin hogar", afirmó en La Ventana.
El entorno de Zin siempre se pregunta por qué sigue volviendo a Gaza y el director lo tiene claro: lo hace porque para él este "es el conflicto más absurdo de la historia". Sin embargo, los palestinos no sienten odio ni guardan rencor; lo único que sienten es amor por su tierra y deseo de tener una vida más parecida a la de Occidente: "Quiero hacer un máster en España o recibir un paquete de Amazon, quiero tener agua potable", le contaba Mohamed a Zin. El director de Todos somos Gaza asegura que lleva "25 años recibiendo amenazas con la palabra antisemita por bandera". Para Zin, estas personas no son víctimas: lo fueron en el Holocausto, pero "la gente que está ahora en el frente de Israel no son víctimas de nada y ya no les funciona esa carta".
La inteligencia artificial como arma
"Israel usa Gaza para probar nuevos armamentos", decía Zin, entre los que se encuentra la inteligencia artificial conocida en este ámbito como Lavander, con la que se están haciendo reconocimientos faciales para detectar personas. "Han llegado a elegir a 100 objetivos al día cuando en una guerra convencional los altos mandos militares estaban una semana para detectar a 50", explicó en La Ventana.
El algoritmo de esta inteligencia artificial está diseñado para matar a las personas licenciadas o doctoradas de Gaza, que es uno de los territorios "con la mayor densidad poblacional del mundo y con más doctorados", decía el director.





