El reino del caos: la Copa del Rey es territorio de matagigantes

Como cada temporada, la Copa del Rey vuelve a convertirse en un punto de encuentro para millones de aficionados repartidos por toda España. Es el torneo que iguala ilusiones y rompe jerarquías, el escenario perfecto para que los clubes más modestos puedan medirse, cara a cara, con los grandes nombres del fútbol nacional. Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid suelen partir como favoritos al título, pero el fútbol nunca ha sido una ciencia exacta. Aquí mandan la pasión, el esfuerzo y, muchas veces, la fe. Y esta edición apunta a quedar marcada como una de las más emocionantes de los últimos años, después de que hasta ocho equipos de Primera División hayan sido eliminados por rivales de categorías inferiores sin haber llegado todavía a los octavos de final.

Uno de los casos más llamativos es el del Villarreal. El conjunto dirigido por Marcelino está firmando una temporada sobresaliente en LaLiga, donde ocupa la tercera posición, pero su buen momento no ha tenido continuidad en las competiciones del KO. Eliminado en la Champions League y ahora también fuera de la Copa del Rey, el Submarino Amarillo naufragó en Santander tras caer por 2-1 ante el Racing, castigado por un doblete de Arana que dejó sin respuesta al equipo castellonense.

Tampoco ha logrado avanzar el Espanyol, que se despidió del torneo antes de lo esperado. En la ronda de treintaidosavos, el conjunto catalán cayó por 1-0 frente al Atlético Baleares, una derrota que sorprende por el contraste con su sólido inicio liguero, donde ocupa la quinta plaza. La Copa, una vez más, no entiende de dinámicas ni de clasificaciones.

Especialmente cruel fue la eliminación del Celta de Vigo. El equipo gallego acariciaba la victoria hasta que, en el minuto 93, Jesús Vallejo, exjugador del Real Madrid, apareció para cabecear el gol del empate para el Albacete. El tanto forzó una prórroga emocional que desembocó en una tanda de penaltis, donde el conjunto manchego acabó celebrando el pase y dejando helados a los celestes.

El Ourense eliminó a dos de Primera

Si hay un nombre propio en esta edición es el del Ourense, convertido ya en un auténtico matagigantes. El conjunto gallego primero eliminó al Real Oviedo con un contundente 4-2 y después sorprendió al Girona de Míchel con una victoria por 2-1. Eso sí, la eliminación de ambos equipos de Primera no termina de causar un gran impacto, ya que los dos se mueven habitualmente en la zona baja de la clasificación o muy cerca de ella. Pese a estos, el Ourense ha terminado siendo eliminado por el Athletic Club.

El Levante también dijo adiós en dieciseisavos tras caer por 1-0 ante la Cultural Leonesa, con un gol de Rafa Tresaco. Una derrota que agrava el momento delicado del conjunto granota, que, como otros de los eliminados, vive instalado en la lucha por la permanencia y actualmente ocupa el último puesto de LaLiga con apenas nueve puntos.

Por su parte, el Mallorca cayó en Riazor frente al Deportivo de La Coruña por 1-0, con un tanto de Noé Carrillo. Un resultado que incrementa la sensación de inestabilidad en el club balear, marcada por la reciente salida de Dani Rodríguez y por una situación liguera comprometida, con solo dos puntos de margen sobre el descenso. Y por último, el Getafe cayó frente al Burgos (Segunda División) por un abultado 3 a 1 con el gol de David González y el doblete de Íñigo Córdoba.

La caída de estos ocho equipos de Primera División ha sembrado la incertidumbre entre los supervivientes del máximo nivel. Esta Copa del Rey se está escribiendo al ritmo de los modestos, reafirmándose como la Copa de los matagigantes. Y la lista podría ampliarse, ya que un noveno equipo, el Rayo Vallecano, se juega su pase el 6 de enero a las 18:30 (hora peninsular española) frente al Granada, conjunto de Segunda División, en un duelo que vuelve a poner en juego la esencia más imprevisible del torneo.