"Le bajé la pistola y le pegué un cabezazo": Willy Bárcenas relata cómo escapó del falso sacerdote que intentó secuestrarlo

Madrid

Hace algo más de una década, concretamente en el año 2013, Enrique Olivares García asaltaba la casa de Luis Bárcenas haciéndose pasar por un sacerdote que venía de parte del obispado para hablar sobre la libertad del que fuera tesorero del Partido Popular, que por aquel entonces estaba en prisión preventiva. Veinte minutos después de acceder al interior de la vivienda, y de explicarle a la familia sus planes para sacar al político de la cárcel, sacó un revolver y encañonó tanto a Rosalía Iglesias, mujer de Luis Bárcenas, como a su hijo Willy Bárcenas y a la empleada doméstica.

Una vez hecho esto, el asaltante maniató a sus rehenes con bridas y les pidió que le entregasen todos aquellos pendrives y discos duros que tuvieran información comprometedora de Luis Bárcenas para "salvar a España de la crisis y de su Gobierno". Todo ello mientras les amenazaba con disparar si no colaboraban. Por suerte, Willy Bárcenas se zafó de las bridas como buenamente pudo y pudieron reducir al intruso, de 64 años.

"La cosa fue seria"

Así lo ha explicado Willy Bárcenas en una nueva entrega de A las bravas, donde ha explicado cómo vivió aquella situación y cómo acabó reduciendo al secuestrador a puñetazos: "Yo porque me tomo la vida como me la tomo, de quitarle hierro a las cosas y tal, ¿no? Pero la verdad es que la cosa es seria".

En declaraciones a la Cadena SER, Willy Bárcenas explica que todo pasó muy rápido: "No sé ni cómo pude arrancar las bridas. Porque además, cuando te las atan con los brazos por detrás, es mucho más difícil. De hecho, es una cosa que he intentado hacer después y, sin la presión del momento, no lo he conseguido hacer. Pero sí, en el momento en el que eso... pues pegas un grito como en las películas de guerra, ¿sabes? Que salen en plan "¡Ahhh!". Ese "ahh" es como liberador y necesario; o sea, como que te permite sacarlo todo".

"Lo juro por mi vida que esto fue así"

Entonces, cuando consiguió quitarse las bridas, pudo bajarle la pistola y pegarle un cabezazo: "Cuando estábamos en el suelo, esto no sé si lo he contado nunca, pero te lo juro que es verdad... le cogí y le dije: 'El cazador cazado'. Y le enganché una hostia. Soy muy peliculero, lo sé, pero es cierto. Lo juro por mi vida que esto fue así".

¿Y qué pasó después? Tras reducir al atracador, Enrique Olivares fue detenido por la policía para posteriormente pasar a disposición judicial. Un año más tarde, en 2014, fue condenado a 22 años de prisión por retener a la familia Bárcenas en su casa. No obstante, nunca llegó a cumplir su condena porque fallecería en el año 2022 a los 72 años en Cuenca. Durante su tiempo en prisión, el falso sacerdote alegaría una y otra vez que él solo fue un mandado y que tan solo llevó a cabo ese secuestro a cambio de un importante montante económico. No obstante, el caso se cerró con la sentencia desfavorable para Enrique Olivares.