"Lo que está haciendo María Guardiola es un ejercicio de sobreactuación tan burdo que recuerda a las obras de fin de curso del instituto"

Madrid

Para la gente que trabaja en el cine o en el teatro o que hace series de televisión, y la otra gente, los que vemos cine, teatro y series de televisión creo que existe un acuerdo bastante general, como un consenso, en que de las peores cosas que le pueden ocurrir a una obra y a un actor, o a una actriz, es que sobreactúe. Porque eso se nota, claro. Y cuando el espectador se da cuenta, el resultado es demoledor.

Toda la magia, ese pacto no escrito, esa complicidad que se traba para que te cuenten una historia y tú te la creas, se viene abajo cuando alguien sobreactúa. Yo no sé si eso es aplicable a la vida real, no tengo ni idea, pero es que tenemos ahora mismo un caso tan de libro con eso de la sobreactuación que no me resisto a comentarlo.

Lo que está haciendo el Partido Popular, pero sobre todo la presidenta de la Junta de Extremadura y candidata a revalidar su cargo tras las elecciones del domingo. Lo que está haciendo María Guardiola es un ejercicio de sobreactuación tan burdo que recuerda a las obras de fin de curso del instituto.

Haberse emperrado en que el robo de 200 y pico papeletas en una sede de Correos, cuando es tan evidente, no lo digo yo, lo dice la Guardia Civil, que los ladrones buscaban los 14.000 euros que había en la caja fuerte y que por eso se la llevaron, y por eso han aparecido las papeletas, pero no el dinero. Insistir o insinuar que es una mano negra o roja que intenta un pucherazo el domingo me parece tan ridículo.