El 'caso Epstein': analizamos la posible implicación de los famosos que aparecen en los nuevos archivos

Madrid

En el caso Epstein hay una disyuntiva que lo vertebra todo: o el multimillonario ocultaba muy bien su red de tráfico sexual o era algo sabido y aceptado por las élites. El último lote de fotografías y documentos desclasificados este viernes por el Congreso de Estados Unidos aporta indicios, pero no pruebas concluyentes de que hubiera una connivencia generalizada con el tráfico sexual.

Epstein era una de las personas mejor posicionadas en la sociedad estadounidense de finales y principios de siglo. Se codeaba con las principales personalidades del poder financiero, político o cultural del país. En las nuevas fotografías —del archivo de Epstein— aparecen, entre otros, el director de cine Woody Allen, el magnate Bill Gates, los presidentes Bill Clinton y Donald Trump o el intelectual Noam Chomsky. Gates, Clinton o Trump con mujeres jóvenes, mientras Chomsky o Allen aparecen exclusivamente con Epstein en un entorno informal. Pero las fotos, tanto unas como otras, apenas aportan contexto.

José Antonio Gurpegui, catedrático en estudios norteamericanos y director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá dice que inducir una culpabilidad simplemente por una fotografía sin contexto supone un precedente peligroso. "La presunción de inocencia puede estar en peligro. La simple sospecha está convirtiendo en una condena social", asegura. Y actualmente, salir en los archivos de Epstein supone una estigmatización importante. Aún así, hay gradación. No es lo mismo salir como Bill Clinton en un jacuzzi o abrazado a mujeres, que como Chomsky o Woody Allen, que aparecen simplemente posando con Epstein.

El magnate y pederasta, dice el catedrático, era una persona muy popular, por lo que no puede establecerse una relación entre acudir a una de sus fiestas o salir en una fotografía con conocer su red de tráfico sexual. "Epstein daba innumerables fiestas y no todas censurables" y sigue Gurpegui, "en las fiestas habría personas que conocían las actividades del multimillonario y otras que podían acudir de forma más o menos inocente".

Las dudas siguen ahí

Pero las dudas siguen ahí. Woody Allen aseguró en una entrevista concedida a The Times en septiembre que Epstein "era una persona agradable y encantadora". En la misma línea, Ana Obregón escribió en sus memorias en 2012 que el multimillonario "era el hombre perfecto". Ese era el relato imperante, incluso después de que fuera condenado en 2008 por abusar de una menor.

La gran pregunta del caso Epstein es cuántas personas conocían, participaban o aceptaban el tráfico con menores. Gurpegui afirma que "un escándalo de esta magnitud tenía que ser conocido por muchas personalidades políticas, económicas o sociales de Estados Unidos".

El nombre de Epstein no fue denostado hasta 2014. Una oleada de denuncias contra el magnate desveló una red de tráfico sexual que el Departo de Justicia de EE UU estima que pudo afectar a más de 300 mujeres. Una red que Epstein, hallado muerto en su celda en 2019, construyó junto a su mujer Ghislaine Maxwell (ahora en prisión).

En cuanto a los actos delictivos no hay novedades, pero sí sobre la virtud detergente del dinero, que diría el escritor Rafael Chirbes. El diario The New York Times ha publicado esta semana un reportaje en donde se explica cómo Epstein, un profesor de matemática y física de instituto, pudo alcanzar la riqueza y la notoriedad que alcanzó. Hasta ahora su camino a la élite era un misterio.

La investigación revela su receta para alcanzar las altas esferas: estafar, traicionar y codearse con el poder. Ese modus operandi no le supuso un obstáculo, sino un trampolín en las relaciones con la élite. Los que le señalaron fueron apartados y él ascendido. El reportaje muestra el camino de la depravación hacia la riqueza, y la adquisición de un poder que le ayudó a construir a construir la red de abuso sexual a menores.