Manuel Jabois explica cómo llegó a tener que pedir dinero a la gente por la calle para volver a casa: "Me quedé totalmente tirado"

Madrid

La cena de los idiotés es en muchos casos un lugar de confesión, y es que, además de los invitados que en esta ocasión han sido el director de cine Daniel Guzmán y la actriz Lidia San José, los colaboradores habituales, Manuel Jabois y Ángeles Caballero, suelen contar anécdotas de su vida y basan algunos de los dilemas en sus propias experiencias o las de allegados.

Jabois ha admitido ser una persona muy confiada, sumisa y también cobarde, tras un dilema planteado por Ángeles Caballero en el que había que fiarse mucho de una persona para cometer una pequeña ilegalidad, en principio sin consecuencias.

"Me pone muy cachondo confiar en la gente"

"A mí me pone muy cachondo confiar en la gente, confiar de la nada. Soy de esos que le da el móvil a quien sea para que te haga una foto, me pone muy cachondo confiar en la gente", aseguraba Jabois, ante la sorpresa de los asistentes a la cena, que han coincidido en que lo que iba a quedar de su explicación y "se iba a mover en redes" era esta frase, ha dicho Caballero.

Jabois ha explicado que la confianza le ha hecho vivir "experiencias muy agradables con gente que ha confiado en él", por ello ha querido también potenciar este rasgo en su personalidad y poder dar la oportunidad a otros de que vivan momentos buenos por el hecho de que confíen en ellos.

El escritor ha contado una de estas experiencias agradables en la que la confianza de un tercero hizo que pudiera salir de una situación muy complicada para él, en la que se vio sin dinero, y no podía volver a casa de ninguna manera, estando muy lejos de esta.

"Una vez me quedé tirado en Burgos, en una gasolinera. Fue cuando volvía de hacer los reportajes de Baby", explicaba Jabois, refiriéndose a la entrevista que hizo al primer condenado por los atentados del 11-M, Gabriel Montoya Vidal (Baby), y que recogió en el libro Nos vemos en esta vida o en la otra, publicado en 2016.

"No tenía dinero para gasolina"

"Me quedé tirado, había ido allí con el coche y no tenía dinero para la gasolina. Entonces entré en una cafetería y dije: 'Ahora tengo que pedir dinero aquí para irme a Madrid y a quien me lo haya dado devolvérselo'", explicaba Jabois, que definió aquella como una experiencia que incluso le violentó.

El escritor ha explicado que la situación era inverosímil: "La gente estaba comiendo y me acercaba diciendo: 'Perdón, ¿os puedo molestar un momento?'". Todo ello sin obtener el dinero que necesitaba, hasta que decidió acercarse a la barra de la cafetería y comentárselo al trabajador que allí estaba.

"Me acerqué a la barra y se lo comenté, no sé si era al camarero o al encargado", admitía Jabois, quien explicó que le propuso al trabajador dejarle allí su teléfono móvil, que no era gran cosa, "no era un iPhone ni nada parecido porque fue hace 10 años", pero sirvió de garantía.

"Un gesto muy bonito"

Jabois le explicó al camarero que "necesitaba llegar a casa y lo estaba pasando fatal porque nunca había pedido dinero a nadie". El escritor le comentó al trabajador su problema y este le dio 20 o 30 euros, y le dijo que no quería el móvil.

"Al llegar a casa le mandé el triple de dinero, me llamó y me dijo: 'Tío, no hacía falta esto'", contaba Jabois, que destacó este como "un gesto muy bonito que te hace confiar mucho en la gente". Destacó Jabois que ha tenido varias experiencias como esta a lo largo de su vida, en las que "la gente le ayudó desinteresadamente".