Aves, insectos o babosas: los otros habitantes que pueden aparecer en nuestro jardín
Nuestra terraza suele ser visitada por una pareja de mosquiteros que vienen a picotear en la margarita sudafricana
Los otros habitantes de un jardín: aves, insectos, babosas...
Hace unos días, mientras hacía trabajos de mantenimiento en el jardín de la terraza de la SER, escuché el reclamo del mosquitero común, una pequeña ave de unos 10 centímetros de alto. Es frecuente verla en toda España, y en invierno busca un poco más las zonas urbanas, por lo que no es raro verla en las terrazas ajardinadas como la nuestra.
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Y efectivamente, de repente vi en vuelo un mosquitero común, y no solo uno, sino que a continuación apareció un segundo ejemplar. La razón para que hayan aparecido en nuestra terraza es que son aves insectívoras, y en ella encuentran pequeños bichitos para comer, también en invierno.
🐌 PLANTAS, INSECTOS, BABOSAS Y PÁJAROS | Meterse en un jardín
Tienen un pico muy fino que les permite enganchar con facilidad a los pulgones, por ejemplo. Son aves inquietas que se meten por todos los recovecos de las plantas, y las van limpiando de estos animalitos que pueden ser un problema en el jardín.
Insectos
En el invierno, las poblaciones de insectos descienden drásticamente, pero siempre hay un remanente que hiberna o que incluso se mantiene activo. Hay especies de pulgones cuyos adultos se esconden en las cortezas de los árboles y en otros sitios resguardados, pero hay otras especies que tienen algo de actividad.
Nosotros, por ejemplo, tenemos un pulgón negro que ataca al enorme arbusto de margarita sudafricana (Euryops chrysanthemoides) de la terraza, que está activa en estas semanas, y llena de margaritas amarillas. Pues bien, en los tallitos que sujetan esas margaritas, y en las margaritas mismas, hay un pequeño ataque de estos pulgones negros.
La presencia de estos pulgones negros no es un problema, porque ya tenemos instalado a su depredador: las avispillas Aphidius. De ellas hemos hablado varias veces, y ahora están ligeramente activas, como esos pulgones, porque van de la mano. De hecho, un porcentaje de más del 80% de los pulgones negros están parasitados por estas avispillas. Recordamos que su forma de actuar era la de inocular un minúsculo huevo dentro de cada pulgón, para que la larva de la avispilla se alimente de él en un color negro, sino dorado, lo que indica que ya está visto para sentencia...
Las babosas y las flores de ciclamen
Este invierno tenemos otro bicho en la terraza que nos está dando algo de guerra: la babosa. Y no una, sino que habrá unas cuantas. En un jardín siempre hay una presencia de animales, más grandes o más pequeños, y estos interactúan con las plantas de distintas formas.
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En la terraza tenemos varios ciclámenes (Cyclamen persicum). Mi favorito es uno rojo que tenemos entre unas plantas de madreperla (Graptopetalum cv.) y un árbol de jade (Crassula ovata), unas plantas suculentas maravillosas que ahora están activas, a pesar del frío. Este ciclamen rojo lo traje hace más de dos años, y cada invierno llena de color esta jardinera.
Tenemos más ciclámenes en la terraza, en concreto uno de flor rosa y otro de flor blanca. Están en otra jardinera con más madreperlas. Pues bien, esos dos ciclámenes están fuertes, pero no tienen ni una flor con sus pétalos de colores. La razón es alguna babosa, o babosas, que adoran sus flores, y no dejan ni un pétalo. Se ve que les gusta su sabor, se les pondrá la boca de colores cuando se los coman, y no tenemos la alegría tonal de esos ciclámenes.
Depredadores de las babosas
La labor de que esas babosas dejen los ciclámenes en paz le corresponde al jardinero, pero suele verse superado por la voracidad de las babosas. Pero hay otros animales que sí que se comen a las babosas, como los mirlos o los petirrojos, dos aves que son fieles habitantes de los jardines.
En las terrazas también puede aparecer el caracol degollado (Rumina decollata), que es un curioso caracol de concha helicoidal y truncada en la punta, que es un feroz depredador de otros caracoles y de babosas. Así que quizás haya que introducir alguno por aquí, o quizás ya lo tengamos establecido, si vino escondido en alguna maceta del vivero. Yo he tenido esta caracola en sitios donde he cultivado plantas, y he de decir que he sufrido menos ataques de las babosas.
Gorriones sembradores de fresas
Tenemos una maceta de terracota de unos 30 centímetros de ancho, en la que puse varios esquejes de suculentas: Sedum, Crassula, Echeveria...
Pero algo curioso ocurrió hace algo más de un año: entre las hojas carnosas de estas plantas, emergieron otras que me son muy queridas, por su belleza y delicadeza. Eran de fresa (Fragaria vesca). Además, se trataba de la fresa de bosque, no de fresón, que es una planta algo más grande.
Si nadie había traído esa fresa, ¿quién la había plantado? La respuesta, de nuevo, la encontramos en los animales, ya que sería algún gorrión el responsable de sembrarla. Estas macetas de plantas suculentas están contra un muro, y ese murete tiene una cristalera. Justo encima de la línea de macetas, hay un poyete que recorre esa cristalera, un lugar perfecto para que se pose cualquier pájaro que quiera contemplar sus alrededores, un posadero donde descansar.
Y, en esos descansos, el posible gorrión aliviaría su vientre, y sus heces caerían sobre la maceta. Ese gorrión vendría de alguna otra terraza de la zona, donde cultiven alguna mata de fresa, iporque a los pájaros les encantan las fresas! Así que, fruto de esa comida, ese pajarito nos sembró esta plantita de fresas, que ya ha dado unas cuantas, pequeñitas y dulces.
Cuando en un jardín se deja que la naturaleza se exprese, ocurren pequeños milagros como este todos los días, solo hay que tener los ojos abiertos para contemplarlos.
Eduardo Barba
Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador...Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería. Además, colabora en el 'Hoy por hoy' de Àngels Barceló.