Chus Mateo, un seleccionador diferente: "No estoy dispuesto a perder a mi familia y amigos por el hecho de ser entrenador"
El técnico madrileño valora su frenético 2025, donde fue cesado del Real Madrid en verano y después recibió la llamada de la selección española

Chus Mateo: "Aunque por momentos el entrenador es un ser muy social, hay momentos que rumia en la soledad"
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Chus Mateo vive su Navidad más tranquila en los últimos 25 años. Y es que este curso ha pasado de la vida de entrenador de clubes a seleccionador nacional. En SER Deportivos repasa una temporada frenética, que él define como "un buen año", pero donde fue despedido del Real Madrid y posteriormente recibió la llamada de Elisa Aguilar para abanderar la nueva etapa de España.
No guarda rencor al club blanco, es donde se ha criado y donde ha pasado sus últimos 25 años, pero este verano fue despedido después de ganar la liga ACB. Ese último día en Valencia es lo que más recuerda de este 2025, en parte por cómo su equipo se sobrepuso a un mal arranque de curso y acabó ganando el título perdiendo solo un partido en playoff y cinco en la liga regular. "Estoy muy contento de cómo acabó", confiesa.
En esa celebración del título, Chus Mateo sabía que mientras se ganaba una cosa se perdía otra. Pero tampoco quiso darle más vueltas a la situación. "Pensé que las decisiones las toman gente que le toca tomar decisiones. Y en ese momento habían decidido que yo no continuara a pesar de ganar una liga y tener un año de contrato, y que había valorado que a lo mejor necesitaban un giro en la dirección o en la forma de hacer las cosas", explica. El entrenador asumió la decisión y valoró lo conseguido en esas tres temporadas. "Me fui a la cama tranquilo, sabiendo que la propia satisfacción es la mejor recompensa de un trabajo que en mi opinión estaba bien", añade.
Si temes la soledad no seas entrenador es una frase de un libro de Javier Imbroda. Y para Chus Mateo define muy bien la vida del técnico: el entrenador es un solitario incomprendido. "Aunque por momentos es un ser muy social, hay momentos que rumia en la soledad. Se va a su casa con muchísimas cosas en la cabeza, que, normalmente cuando pierdas, te las comes tú solo y los que están muy cerca de ti. Es un ser que también tiene muchas manías, somos maniáticos y cabezones, tenemos nuestro momento en el que es difícil hablar con nosotros. Somos personajes curiosos", admite.
Pero Chus Mateo es diferente. Es buena persona. Una forma de ser de la que se siente orgulloso, aunque a veces, durante su carrera, le haya penalizado más que ayudado. "Quiero seguir siendo como soy. Esto de ser entrenador es algo circunstancial que tan pronto que aparece, desaparece. Quedamos las personas, nuestra familia, nuestra gente y amigos, eso sí que esto dispuesto a no perderlo por el hecho de ser entrenador", explica. Y en parte, por esa educación y saber estar, ahora ocupa el cargo de seleccionador nacional.

Elisa Aguilar, presidenta de la Federación Española de Baloncesto, tenía varios nombres para sustituir a Scariolo al frente del combinado nacional. La terna estaba entre Pablo Laso, Xavi Pascual y Chus Mateo. Al final, el telefonazo fue para el madrileño. "Me hizo mucha ilusión que me llamara para abanderar esta nueva etapa de España. Es verdad que se oía mi nombre entre ellos. Son dos entrenadores extraordinarios y entienden el baloncesto de manera sublime. Eran unos candidatos extraordinarios".
"No te puedo negar que para mí fue un chute de autoestima, una enorme ilusión", continúa Chus Mateo. Ha pasado del vivir en el club de su vida a defender los colores de su país, algo que le enorgullece aún más. Su gran objetivo para 2026 es encarrilar bien la clasificación hacia el Mundial de Qatar de 2027. También aprender de los distintos plazos que tiene el baloncesto de selecciones. "El calendario de un equipo que participa en Euroliga y liga Endesa es una locura. Juegas todos los días a todas horas y no hay tiempo de reacción. Ni de disfrutar de las victorias, ni de sufrir de las derrotas. Al día siguiente tienes que levantarte con ánimo para afrontar el siguiente partido y da igual lo que ha pasado", recuerda. En cambio, dirigiendo a un país, se trabaja en otra dirección: organizando viajes para transmitir la ilusión a todos los seleccionables posibles y saborear más el momento. Como el que vive ahora tras las victorias en la primera ventana como seleccionador. Pero Chus Mateo no se quiere dormir... en febrero hay otro compromiso que hay que solventar. Esto no para.

Chus Mateo y Osobor, cara y cruz de la Selección
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Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...




