El LargueroEntrevistas
Más deportes

Cristina Gutiérrez, ante su décimo Dakar: "Siempre lo comparo con la vida, tienes que pensar en salir adelante el día siguiente"

La piloto burgalesa llega "más preparada que nunca" a la edición 2026, su segunda oportunidad en la categoría reina de coches

Cristina Gutiérrez, ante su décimo Dakar: "Siempre lo comparo con la vida, tienes que pensar en salir adelante el día siguiente"

Cristina Gutiérrez afronta en este inicio de 2026 su décimo Rally Dakar. Lo que es más, el décimo consecutivo y el segundo en la categoría reina de coches (Ultimate, antigüa T1), después de debutar en ella en la pasada campaña y de la mano de Dacia. El 'Sandrider' será su montura y Pablo Moreno, su copiloto para afrontar la aventura de dos semanas de duración entre las dunas de Arabia Saudí.

La piloto burgalesa ha pasado por 'El Larguero' para explicar cómo se ha preparado para esta aventura, a la que asegura llegar mejor preparada que nunca en lo físico y en lo mental. Además, suma a sus espaldas esos diez años de experiencia y la edición del 2025 (cargada de mala suerte por una avería temprana), para apostar fuerte por sus opciones y, por qué no, para soñar con una victoria como la conseguida en 2024.

Más información

¿Cómo van los preparativos?

"Pues empezamos a oler ya un poco a desierto, tengo la casa patas arriba con las maletas. Me voy el día 29, pero prefiero dejarlo todo hecho porque luego viene toda la familia y es un desastre. Tocará pasar la Nochevieja fuera de casa, sí".

¿Con qué expectativas llegas a este Dakar?

"Sinceramente, con muy buenas expectativas... Llevamos un año más de experiencia en esta categoría con Dacia, estoy muy contenta de los resultados de toda la temporada y creo que vengo muy preparada físicamente. Que sea el décimo Dakar también ayuda, claro".

Ya eres una piloto con una experiencia importante...

"Sí, el décimo Dakar... Cuando hice mi primero nunca pensé en llegar a diez y menos de forma consecutiva. Obviamente hay pilotos con mucha más experiencia, pero ya se empieza a sentir ese poso de haber pasado Dakares muy duros, menos duros... de tener cierto vagaje. Y según dicen en el Dakar, los que llevamos diez somos ya 'Legend' (risas). No sé si recomendarle a los novatos que me pidan consejos, pero hemos pasado unas cuantas y todo eso sirve luego en la carrera".

Y también con el objetivo de mejorar el resultado del año pasado, ¿no?

"El año pasado tuvimos una avería que no podimos solucionar, pero es verdad que estos Dakar en Arabia te permiten reengancharte y continuar. Asumimos el rol de ayudar al equipo, porque estaba Nassr (Al Attiyah) en las primeras posiciones. Y este año sí esperamos correr con más sensación de libertad y de competición. Pero es tan duro que nunca se sabe... Vamos con buenas vibraciones y esperamos correr más tiempo de forma libre".

¿Cómo se gestiona ese shock de quedarte sin opciones las primeras de cambio?

"Claro, está la dificultad de esas emociones que van surgiendo a lo largo de los 10.000 kilómetros de prueba. Siempre comparo el Dakar con la vida, porque pueden salir caminos que no esperabas y aún así tienes que pensar en salir adelante el día siguiente. Es una carrera de oportunidades, cada día te da una nueva para salir adelante y brillar. Pero esa gestión de emociones hay que hacerla día a día, con tu equipo y con tu gente".

¿Que dirías que es más duro, el aspecto mental o el físico?

"No te sabría decir que porcentaje hay. Depende de cómo te vaya el Dakar. Si te va con sobresaltos, como cuando tuve el accidente en el río, te diría que es más de cabeza por las dificultades que te surgen. Pero en un Dakar como este, que pinta muy duro, porque hay etapas de muchas piedras grandes, que hacen que acabes realmente dolorido... ahí tiras más de físico. Te diría un 50/50 dependiendo de como salgan las etapas".

¿Qué esperas de esas dos etapas maratón en las que las motos no salen marcando pista?

"En esas etapas en las que las motos no abren pista, en la etapa del día anterior, que marca el orden de salida, veremos mucha estrategia. Veréis pilotos muy rápidos que frenan esa jornada porque no quieren abrir, porque el que abre pista sin tener motos delante, incluso siendo muy rápido, pierde hasta 10 minutos. ¿Si me gusta? Yo soy de las que piensa que con una es suficiente. Nos dan una ración de comida militar y una mochila con una tienda de campaña. Son etapas variopintas y duras... El coche empalma dos etapas seguidas y casi nos lo tenemos que revisar nosotros mismos".

¿Crees que con el Dakar en Arabia Saudí se pierde la esencia de ese primer París-Dakar?

"Bueno, se mantiene la dureza, pero ahora ya no estás en medio del África profunda y entre poblados. La carrera y las comodidades han cambiado mucho, porque las autocaravanas antes no se estilaban mucho y la gente se quedaba perdida por allí. Y hoy en día es una competición en la que hay amateurs, que van a sobrevivir, y en la que hay pilotos que son auténticas leyendas como Carlos Sainz. Así que te puedes encontrar de todo y por eso es tan bonito".

Al final lo que se mantiene es ese compañerismo especial, ese ayudar a otro piloto si lo necesita...

"Totalmente. Cuando os comentaba lo del río, si no se llegan a parar los primeros camiones, que son los que iban ganando el Dakar... Yo igual no estaba aquí. El coche por supuesto que no, pero yo igual tampoco. Es una carrera arriesgada y sabemos a lo que vamos. Se dan este tipo de ayudas cuando vas sobre todo en amateur, porque en mis primeras ediciones yo pude terminar gracias a la gente que paraba a ayudarme. Mi récord en una de esas fue de tres días sin dormir, pero no es sano. Tuve alucinaciones y un médico me dijo que aquello había sido muy peligroso".

Y cómo anécdota... ¿cómo fue recibir la llamada de Lewis Hamilton?

"Fue increíble. En el fatídico año del COVID se cayeron muchas de mis empresas patrocinadoras. Y tuve que anunciar que llegaba el final de la competición y que me tocaba dedicarme a lo mío, a ser dentista. Entonces recibí la llamada de un equipo para correr a un módico precio, que de módico no tenía nada, porque tenía que pedir un préstamo. Bajo sollozos me fui al banco, pedí el crédito, me lo dieron y corrí una carrera. Lo hice muy bien y a raíz de ahí recibí un mensaje por Facebook de Hamilton. Pensé que era un virus. Pero no, era Lewis, que entraba ese año a competir en la Extreme E. Y fui una de sus pilotos".