Felipe VI defiende los 50 años de democracia y avisa del peligro de los "extremismos y radicalismos": "Ese capítulo ya lo conocemos y tuvo consecuencias funestas"
En su duodécimo discurso navideño a la nación, el monarca ha realizado una férrea defensa de los valores de la Constitución cuando se cumple medio siglo del fin de la dictadura
El mensaje de Navidad del rey Felipe VI
Madrid
El rey Felipe VI ha defendido este miércoles los valores de la Constitución en el año en el que España cumple medio siglo de democracia con un discurso navideño en el que ha advertido de los riesgos de los "extremismos, radicalismos y populismos" y ha pedido una reflexión para no repetir "capítulos" pasados de la historia del país. "Nosotros ya hemos estado ahí y tuvo consecuencias funestas", ha apuntado el rey en su tradicional mensaje a la nación.
El monarca, que por primera vez ha intervenido de pie, ha recordado que la Transición fue "un ejercicio colectivo de responsabilidad" y ha presentado la Constitución de 1978 como "el conjunto de propósitos compartidos sobre el que se edifica nuestro presente y nuestro vivir juntos". Sin hacer mención explícita a la dictadura franquista, Felipe ha destacado los pasos que ha dado España desde 1975 para completar "una transformación sin precedentes" que ha permitido "consolidar las libertades democráticas, el pluralismo político, la descentralización, la apertura hacia el exterior y la prosperidad".
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Felipe VI ha analizado algunas de las problemáticas actuales de la sociedad española, entre las que ha señalado "el aumento del coste de la vida", las dificultades para el acceso a la vivienda como "obstáculo para los proyectos de los jóvenes", la "incertidumbre laboral" por los avances tecnológicos, los "fenómenos climáticos" o "la tensión en el debate público", sobre la que ha dicho que "provoca hastío, desencanto y desafección".
A partir de este diagnóstico sobre los problemas de España, el rey ha advertido de la fragilidad de la convivencia en un momento en que "las sociedades democráticas atraviesan una inquietante crisis de confianza".
Ha sido en este momento cuando Felipe VI, que por tercera vez realiza el Mensaje de Navidad desde el Palacio Real de Madrid, ha señalado algunos de los actores que se "nutren" de esa "falta de confianza", como los "extremismos, radicalismos y populismos". El monarca ha hecho entonces una advertencia sobre el pasado de España: "Nosotros ya hemos estado ahí, ese capítulo de la historia ya lo conocemos y tuvo consecuencias funestas".
El mensaje, sin embargo, no ha hecho mención a algunos de los temas que han marcado el año que termina, como el genocidio en Gaza o la invasión rusa en Ucrania, mientras que en el plano doméstico, ni los incendios que arrasaron el país el pasado verano, ni la lacra de la violencia machista han aparecido en sus palabras. Tampoco ha habido ninguna referencia explícita al ámbito judicial, marcado en 2025 por la condena e inhabilitación al ya exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a la corrupción o a la reciente escalada de denuncias por acoso sexual en partidos políticos.
Reflexionando sobre lo que puede aportar cada ciudadano y cada institución, el rey se ha hecho varias preguntas en busca del diálogo en la sociedad: "¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", señalaba un Felipe VI que ha pedido, como es habitual, "ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos", así como "empatía" y "situar la dignidad del ser humano" en el centro del discurso político.
También ha recordado que "en democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas", y que avanzar exige "acuerdos y renuncias, pero en una misma dirección, no correr a costa de la caída del otro".
El discurso de este miércoles ha terminado con una reflexión positiva y de confianza sobre las capacidades colectivas de España, en la que ha subrayado que el país "está lleno de iniciativa y de talento" y ha reivindicado la apuesta "decidida" por Europa y sus principios.
"Podremos lograr nuestros objetivos, con aciertos y errores, si los emprendemos juntos; participando todos, orgullosos, de este gran proyecto de vida en común que es España", ha terminado el rey, que como es costumbre, se ha despedido con un saludo de la reina, la princesa y la infanta, así como con el deseo de una "feliz Navidad" en todas las lenguas oficiales del país.