El candidato preferido por Trump es proclamado vencedor de las elecciones de Honduras

El Consejo Nacional Electoral de Honduras ha proclamado al empresario populista Nasry Asfura como vencedor de las elecciones celebradas en el país el pasado 30 de noviembre. En un ambiente especialmente tenso por lo que ha tardado el recuento, Asfura se ha impuesto a su rival Salvador Nasralla por apenas un 0,7% de los votos, un resultado que el perdedor ha anunciado ya que no reconoce.

Asfura, conocido en el país como "Papi a la Orden", ha recibido el respaldo explícito de Donald Trump durante su campaña y, de hecho, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha avalado el resultado y le ha felicitado de inmediato en un mensaje en el que califica su victoria de "clara" y añade que "esperamos avanzar en nuestra cooperación en materia de seguridad e inmigración ilegal con la nueva administración hondureña". Washington pide a todas las partes que acepten el recuento final.

Otros gobiernos de la órbita trumpista como el del argentino Javier Milei han felicitado también ya a Asfura, que en campaña ha mostrado su predisposición a endurecer la labor de las fuerzas de seguridad o a romper lazos con China en línea con el pensamiento populista ultraconservador que recorre algunos países de América Latina.

El otro candidato ha confirmado que no acepta los resultados "porque no reflejan la verdad completa del voto ciudadano", anticipa recursos y enfoca las sospechas en el escaso margen por el que ha perdido las elecciones. El propio organismo electoral ha reconocido que más de un 1% de papeletas presenta irregularidades, lo que para Nasralla es una pista de que los resultados anunciados pueden no ajustarse a la verdad.

Aval de Trump

Las elecciones de Honduras han llegado marcadas por el indulto decretado por Donald Trump para Juan Orlando Hernández, expresidente del país condenado por narcotráfico por un tribunal de Nueva York, apenas días antes de la celebración de los comicios. Hernández es del mismo partido del vencedor Asfura y, de hecho, no ha tardado en alegrarse por su victoria.

El programa de Asfura se alinea con los intereses de Estados Unidos, ya que promete una mayor inversión privada extranjera en el país, reforzar las capacidades de la policía hondureña y establecer una alianza preferencial con Washington.

El futuro presidente hondureño sigue inmerso en un proceso judicial por presunta corrupción y lavado de dinero cuando era alcalde de Tegucigalpa y su nombre figura en los Papeles de Pandora como presunto accionista de una sociedad creada en Panamá para comprar terrenos en la capital de Honduras.