"Para los Grinch, esto es una penitencia": una oyente de 'Hoy por Hoy' confiesa lo que hará cuando termine la comida de Navidad
Irene lleva cocinando desde las 07:30 y no ve el momento en el que su familia se vaya de su casa para hacer lo que de verdad le apetece
"Para los Grinch, esto es una penitencia": una oyente de 'Hoy por Hoy' confiesa lo que hará cuando termine la comida de Navidad
Nochebuena y Navidad son los dos días familiares por excelencia. Todos aquellos que tienen la suerte de tener una familia y poder juntarse con ella, lo hacen, aprovechando para compartir una deliciosa comida y, por lo general, un rato animado. Pero ni todo el mundo tiene la posibilidad de visitar a sus seres queridos… ni a todo el mundo le gusta hacerlo.
Porque hay personas a las que les termina cansando tanta celebración, tanta reunión y tanta exuberancia. Lejos de disfrutar los copiosos menús navideños y las charlas y discusiones, lo que desean es que terminen esos encuentros para poder hacer lo que de verdad les apetece en un día como el de Navidad.
Es el caso de Irene, una oyente de Zaragoza que ha llamado a 'Hoy por Hoy' para confesar que su mejor plan para este 25 de diciembre va a comenzar a eso de las cinco de la tarde. Y es que será ahí cuando su familia se marche de casa y ella pueda ducharse para quitarse "el olor a fritanga" y pueda irse a la cama a disfrutar del Telepasión de Nochebuena, como ha detallado.
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José Luis Sastre, subdirector de 'Hoy por Hoy' y conductor del programa durante el período de Navidad, le ha preguntado que si su casa ya estaba tomada por su familia y de ahí su deseo de que se marchen, a lo que Irene ha respondido que su hija sí que estaba, grabándole mientras llamaba a la radio "para que quede constancia", pero que el resto acudiría más tarde.
Irene sí que ha explicado que ya por Nochebuena su familia acudió a casa, y que para la comida lleva cocinando desde las siete y media de la mañana, por lo que está harta. Porque, además, a ella, como también le sucede a su madre, no le gusta la Navidad: "Para los que somos Grinch, esto es una penitencia", ha apuntado entre sus risas y las de Sastre.
Lo de Grinch no es solo metafórico. Y es que tiene un muñeco de este personaje en la puerta de su casa "para que la gente vea directamente donde entra". Algo que no sirve, porque su hija llegó en Nochebuena tras un tardeo cantando villancicos e invitándola a acompañarla, algo que en ella provocó el deseo de que se fuera a dormir y la dejara tranquila.
Una tranquilidad que sabe que le llegará en Navidad. De hecho, ha confesado cuál es su método para echar a su familia de casa: "Empiezo a levantarme, a recoger, a lanzar indirectas. Y ya llega un momento en el que les digo: hasta aquí, ¿sabes?". También cuenta con la inestimable ayuda de su madre, Grinch como ella, que ayuda a desalojar su domicilio lo más rápido posible.
Y una vez se haya ido todo el mundo, ducha para quitarse los olores de la cocina y a la cama a disfrutar del Telepasión de Televisión Española, conducido por Aitor Albizua. "Es que me gusta verlo sola, tranquila, porque si no, no lo disfruto", ha admitido Irene, que también reconoce llevar "muy bien" el no disfrutar de la Navidad.