La frase que Kubrick repitió 55 veces en el rodaje de 'Barry Lyndon'

Madrid

El pasado 18 de diciembre, la película Barry Lyndon –dirigida por el guionista, productor y director Stanley Kubrick– cumplió medio siglo y en Sucedió una noche han profundizado en algunos aspectos de este largometraje de 1975.

La película se ambienta en el siglo XVIII y está inspirada en una novela del escritor inglés William Makepeace Thackeray llamada La suerte de Barry Lyndon y publicada en 1844.

El actor estadounidense Ryan O'Neal dio vida al mismísimo Barry, un irlandés que se ve obligado a emigrar y, como consecuencia de ello, vive una serie de aventuras, desde alistarse en el ejército a casarse con una viuda rica.

Para la documentación de la película, el director pasó más de un año visitando museos y devorando cientos de libros de arte inglés del siglo XVIII, con cuadros que debían servir de referencias estéticas para los distintos departamentos artísticos, el vestuario, la iluminación y la composición de las escenas.

Las manías de Kubrick

Además, una de las muchas curiosidades del rodaje de la película es que no se hizo ningún decorado, sino que todo se rodó en localizaciones reales: mansiones y castillos de Irlanda, Inglaterra y Alemania que conservaban el estilo y el mobiliario de aquella época.

Otro detalle es que este largometraje tardó en rodarse todo un año y muchas de las famosas toma tras toma que rodaba en cada plano eran una continuación de los ensayos que hacía Kubrick una y otra vez hasta encontrar el punto exacto de interpretación que deseaba.

De hecho, Marisa Berenson –que interpretaba a Lady Honoria Lyndon– tuvo que repetir hasta 55 veces una escena en la que solo decía una frase hasta que Kubrick quedó satisfecho. La frase era: "Por el amor que le tengo a este niño, mi lord, deberíais saber cómo hubiera amado a su hermano de haber sido digno del cariño de su madre".